Ni valiente ni temerario ni loco. Fabio Pizarro Sánchez (Zarza de Granadilla, 1990) es un apasionado del entorno natural y en él ha querido volcar su futuro negocio. Acaba de volver a su pueblo después de estar 10 años trabajando en Ibiza. Muy pronto no existirá ningún turista que visite Granadilla, Cáparra... y que no conozca a este simpático joven.

Se encuentra a punto de comenzar una nueva aventura empresarial. Va abrir un food truck (camión de comida callejera moderna y perfecta para estar al aire libre con amigos o la familia), Jalamio´s Rural Food Truck. Sí, sí de esos que en cada esquina de las grandes ciudades de Estados Unidos aprovisionan a los hambrientos oficinistas y visitantes de bocadillos, perritos o hamburguesas. Aunque él pretende ir más allá y ofrecer del mismo modo sabrosos productos extremeños.

Imagen del joven en su pueblo. ALBERTO MANZANO

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Para Fabio, que estudió Patrón de Yate y ha trabajado durante mucho tiempo en Aquabus Ferry Boats, también estuvo en el sector de la restauración (Sa Punta) y la jardinería, dar el salto al emprendimiento supone la mejor manera de «tirar hacia adelante. Me marché a Ibiza junto a mi chica. Ella es ibicenca y estaba estudiando Enfermería en Plasencia. Después de lo mal que lo pasamos con la pandemia, decidimos volvernos a Extremadura para compatibilizar la crianza de nuestra hija con los valores tan bonitos que ofrece el mundo rural y con el trabajo», explica.

Este joven, seguramente sea de esas personas que vale más por lo que calla que por lo que cuenta. Su vida daría para un libro. Narra suficientes anécdotas como para descubrir que tuvo una existencia, tal y como él define, «muy divertida con futbolistas, cantantes, políticos, empresarios... Siempre me trataron genial y conservo excelentes amistades». A partir de junio emprenderá un nuevo viaje, esta vez a bordo de su food truck.