Casi todas coinciden en sus inicios, de la mano de sus padres o parejas, con quienes comparten el amor por la naturaleza y los animales. No obstante, la afición puede surgir en cualquier momento. María Liberal (Aliseda, 1993) trabaja en la empresa Hunty (hunty.es), una página web de búsqueda, comparación y contratación de jornadas de caza creada en 2018 y que sirve de canal de ventas a las empresas y organismos públicos que explotan aprovechamientos cinegéticos. La joven cuenta a El Periódico cómo se sumergió en este mundo.

 «Aunque mi padre es cazador, empecé a cazar gracias a un chico que conocí, y a día de hoy, es mi vida. El vínculo que se crea en la caza, con familiares, amigos y compañeros, es imposible de romper. Salir al campo es mi vía de escape, un lugar de desconexión», señala. 

¿Cómo se encuentra el panorama de la caza femenina en Extremadura? «Tampoco tengo datos estadísticos en este sentido, pero cada vez estamos viendo más mujeres y se normaliza su presencia en el campo. Las chicas jóvenes se están animando a cazar y me gustaría que durara esa moda. En la región hay buen ambiente de cazadoras y lo bueno es que poco a poco se va normalizando, que sea lo mismo contar con hombres o mujeres en las monterías», indica con orgullo.

Amante del mundo cinegético y ecuestre. EL PERIÓDICO

«A mí me encanta porque es un deporte al aire libre, sales a caminar por el monte, se cuida el medio ambiente y se respetan las especies y el ecosistema. También tengo y entreno a perros de caza. Creo que apenas existen vínculos tan estrechos como el que unen a un cazador con su perro», explica.

Para ella son sus compañeros inseparables de sus andanzas cinegéticas, sus colaboradores, su nariz, su oído y su instinto. Su lealtad es tan incondicional que llega a conmover, y con frecuencia se establece una avenencia y compenetración entre todos ellos que es complicado superar.

La labor de María Liberal consiste en ofrecer asesoramiento personalizado a cualquier cazador. «Les ayudamos a encontrar experiencias que se ajusten a sus demandas a la vez que echamos una mano a los organizadores de las monterías a encontrar cazadores y digitalizar su servicio». Y todo ello lo hace desde su pueblo teletrabajando y luchando para que la igualdad sea real.