La Virgen de Sequeros, patrona de los zarceños, ha bajado esta tarde de su ermita en procesión hasta la parroquia de San Andrés para celebrar su novenario tras el paréntesis provocado por culpa de la pandemia. Decenas de vecinos la han arropado en su popular recorrido para que durante nueve días se convierta en regidora simbólica del pueblo. Antes de la bajada tuvo lugar una misa en recuerdo por los cofrades fallecidos.