El Periódico Extremadura

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situada en la plaza, el edificio albergó posada, casino, discoteca y celebró banquetes de boda

La gran joya de Valdefuentes

La Casa Señorial de la plaza se remonta al año 1916 y fue famosa por su cine, que proyectó la última película en 1981. Joaquín Solís Pérez, que reside en ella, abre en exclusiva para El Periódico Extremadura este tesoro

La Casa Señorial de Valdefuentes. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Todos los ojos que entran en la plaza de España van a parar, indefectiblemente, a ella. En el lugar donde se encontraban las viejas cocheras, antiguas dependencias pertenecientes al Marqués de Valdefuentes, se levantó la que es, sin duda, la Casa Señorial más bella de la villa. Aunque no se ha podido determinar la fecha exacta de su construcción, se sabe que sus primeras escrituras datan de 1916, según recoge el estudio que el cronista José Antonio Pérez Rubio realizó en 2018 y en el que desmenuza con rigor la historia de este edificio, de llamativa arquitectura y que es uno de los más fotografiados de la comarca. Forma parte de la identidad del pueblo porque albergó uno de los cines más hermosos de la provincia, del que aún se conserva el gallinero y la cámara, una auténtica reliquia que se usó por última vez en 1981, cuando la sala cerró de manera definitiva.

Joaquín Solís Pérez reside en esta casa familiar donde regenta en el bajo la Multitienda Joaquín desde hace 20 años. Tenía 19 cuando la abrió porque «en el pueblo no había bazar», cuenta mientras suelta una carcajada cuando se le dice que su establecimiento es como el Amazon de Valdefuentes. Joaquín estuvo al pie del cañón durante el confinamiento, llevando pedidos a los vecinos junto a Purificación Pérez, que trabaja con él en la tienda. Reconocido también por su labor en Cáritas, muestra en exclusiva para este diario el interior de la joya de Valdefuentes.

Joaquín Solís Pérez posa en el interior de su multitienda. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

El conjunto está catalogado por la Junta de Extremadura con un nivel de protección integral. No es de extrañar a tenor de su fachada de dos cuerpos, su crestería, los vanos, los balaustres, sus puertas con arcos de medio punto, los balcones con granito, bolas y decoración con motivos vegetales en los que la mirada se puede distraer durante horas.

La casa está situada en la Plaza de España de Valdefuentes. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

La catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura, María del Mar Lozano Bartolozzi, apunta su estilo ecléctico, nunca modernista, pero con algún recuerdo neohistoricista, más bien neorrenacimiento o neoplateresco, parecido a las construcciones de Francisco Calvo entre 1925 y 1930.

En la misma línea, José Manuel González, profesor de la Universidad de Zaragoza y especialista en arquitectura de la época en Extremadura, añade que la casa parece inspirarse en modelos decimonónicos y que es muy probable que su autoría sea de un maestro de obras o de alguna empresa constructora. 

El mesón

Sin embargo, sobre este edificio hubo otro que se destruyó para construir el nuevo. De hecho, ya en el siglo XVIII se señalaba la existencia del mesón en el Expediente Interrogatorio de la Visita de la Real Audiencia de 1791. Los documentos históricos hablan también de la existencia de una posada, situada en el camino Real de Madrid a Lisboa. Este trayecto entre Trujillo y Badajoz con parada y pernoctación en Valdefuentes, lo hizo la Corte Real de Felipe III en 1619 con un séquito de más de 3.000 personas entre nobles, criados y guardias reales para jurar la Cortes portuguesas y el reconocimiento de su hijo, el futuro Felipe IV, como rey de Portugal. Una posada de la que queda constancia escrita del trajín de huéspedes, arrieros, carreteros, comerciantes de telas, vendedores de mantas y costales, chalanes de bestias, tratantes de ganado, capadores, hojalateros, afiladores, pieleros, triperos y pimentoneros.

Otra imagen del inmueble. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

La escritura

El 26 de septiembre de 1916, como señala la Escritura de Mandato del notario madrileño Antonio Turón y Boscá, el Excelentísimo Señor don Guillermo Carbajal y Jiménez de Molina, XI Marqués de Valdefuentes (con domicilio en la calle Serrano, 20, de Madrid) confiere poder a don Antonio Grande Baudessón, administrador de sus bienes en la provincia de Cáceres, para que pueda vender a don Juan Pérez Pérez la casa titulada ‘cochera’ situada en la Plaza y señalada con el número 18 (en escrituras posteriores tiene el número 5).

La cámara aún se conserva en su interior. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

El marqués tenía un gran número de dehesas, situadas gran parte de ellas en los Llanos de Cáceres y sus alrededores. En Valdefuentes era propietario, entre otros muchos bienes, del Convento, del Palacio o de la Huerta de los Alamillos. La escritura de venta la ‘casa- cochera’ se firma en Cáceres el 5 de octubre de 1916 ante el notario Gabriel Álvarez Álvarez.

La casa de Valdefuentes. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Juan Pérez Pérez, empresario de fortuna en Cáceres, primer comprador de la casa primigenia, dejó su pueblo natal e ingresó en la Guardia Civil. Fue destinado a Sevilla donde se casó con Esperanza Vera Ruiz, madre de La Chicuela, célebre en la capital cacereña por su romance con el torero Chicuelo y por la casa en la que vivió (ya desaparecida) entre Cánovas y la calle San Antón. Pérez terminó convirtiéndose en un empresario muy conocido a partir de la gestión del Parador del Carmen.

Fue él quien vendió la posada a Pedro Palomino Roncero (’Tío Colorín’) y fue éste último quien mandó construir el edificio actual tal y como lo conocemos: con dos pisos, 28,78 metros de fachada hacia la Plaza y una superficie total de 586,30 metros cuadrados.

El cine de Valdefuentes tenía 300 butacas en el patio y 150 de general (el gallinero)

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Desde su construcción, albergó durante sucesivas fases diversos negocios a veces superpuestos, entre ellos una farmacia, dos casinos, dos salones de baile, dos bares y el cine. Fueron famosos sus cafés cantantes con orquestinas y animadoras. Y hasta fue discoteca en 1981 y se usó también como salón de celebraciones hasta su clausura en el año 2005.

Bobinas. Historia y reliquia de Valdefuentes. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

La familia Pérez Palomino, actual propietaria, comenzó la obras del cine en 1960. El aparejador fue Fernando Periánez Presumido. El cine tenía 300 butacas en el patio y 150 de general (el gallinero). Con permiso del Gobierno Civil podía proyectar películas los sábados, domingos y festivos, no más de 3 días a la semana, aunque en la realidad se podía sobrepasar esa limitación en algunas fechas.

Imagen del balcón. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Joaquín, exponente de la más joven generación familiar, muestra a este diario lo que fue ese gallinero, la cámara (que es una reliquia), las bobinas de las películas... Todo ello repartido en la segunda planta a la que se accede por unas escaleras señoriales que dan idea de la magnitud de este caudal de historia en el corazón de Valdefuentes

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