Se define como «vendedor de ilusión», una labor que lleva realizando él y su familia desde hace cuatro décadas. «No abandones tus sueños. Insiste...», señala Antonio Jesús Masa, el propietario de la administración de lotería más antigua de Miajadas, conocida por todo el mundo como El Tomate de Oro. Los fundadores de este emblemático negocio fueron sus abuelos Antonio y Casimira. Su nieto es la tercera generación dedicada a la venta de boletos del Estado y su hija Laura continuará el legado para seguir dando alas a quienes anhelan con ser millonarios. El local se encuentra en la plaza Polo Benito, aunque anteriormente estuvo ubicado en la calle Corredera y en la Estafeta del pueblo.

«Tengo el recuerdo del sorteo de la Navidad casi desde que nací», reconoce este lotero a El Periódico Extremadura con voz tranquila y una sonrisa sincera. Antonio Jesús ha visto de qué manera han ido cambiando las números que solicitan los clientes. Del mismo modo reconoce que de unos años a esta parte se ha encendido ‘la fiebre de las fechas’. «Ahora hay una moda de pedir boletos que tengan fechas de nacimiento, aniversarios, fallecimientos… Antes la gente venía y cogía el número que había, pero ahora quieren billetes concretos», destaca mientras enseña a este diario la lista con los diferentes números premiados en cada sorteo como había en antaño. «Los clientes más clasistas les encanta consultarla», añade.

«Ahora hay una moda de pedir boletos que tengan fechas de nacimiento, aniversarios, fallecimientos...»

Igualmente recuerda vivamente las fortunas repartidas. La primera, en 1997, cuando dieron un primer premio de dos series de la Lotería Nacional, con 80 millones de pesetas cada una de ellas. Pero además están otros en 2019, así como una Bonoloto de cinco aciertos más su complementario que le otorgó a su propietario una suma de 167.563 euros. Un pequeño pellizco. En 2021 hay que sumarle una quiniela de 13 aciertos agraciada con 6.125 euros, entre otras muchas remuneraciones y alegrías.

Los 40 años de historia dan para bastante en esta administración de oro que no podía tener mejor lema que el del tomate: el emblema de Miajadas.