El parque acuático de Casar de Cáceres sigue sumando avatares para su puesta en marcha. El proyecto se basa en una de las atracciones de este tipo más grandes del mundo: el parque temático Land of Legends de Turquía

Precisamente, la promotora del proyecto extremeño encargó en el país turco la construcción de los toboganes, pero el retraso en la licencia de obras provocó problemas logísticos con el material. 

Pero la logística no es el único quebradero de cabeza para el consistorio casareño con este proyecto: el consumo de agua, los vertidos y las vías de entrada y salida son aspectos a definir. 

Tanto es así que el Diario Oficial de Extremadura (DOE) publica hoy, 22 de junio, un informe ambiental para la instalación que concluye que debe realizarse una evaluación ordinaria y no simplificada como la que se había hecho. 

Lo que supone un trámite administrativo de mayor duración y una demora para el futuro proyecto. 

Y los aspectos hidrológicos son los que más preocupan a la Administración. Según un informe de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), en la documentación técnica requerida, "no se incluyen planos que aclaren el abastecimiento de las instalaciones de ningún tipo en el proyecto".

Tampoco "se cuantifica el volumen de recursos hídricos que el parque precisará anualmente, ni el volumen de agua necesario para su puesta en funcionamiento". Se entiende también que "las pérdidas en el sistema serán de gran volumen tanto por la evaporación como por el funcionamiento de las atracciones, el riego de zonas verdes y el funcionamiento de ducha y aseos".

En definitiva, no se aclara el origen de las aguas. "Se recogen referencias a las acometidas a la red municipal pero no se valora si la red puede soportar dicha carga". Y "no existe información relativa a los vertidos que se producirán en el parque acuático".

Y concluye que "dada la falta de detalle y de claridad del proyecto, así como la importancia de la existencia de recurso hídrico para el desarrollo de la actividad", la CHT "no puede pronunciarse en relación a la solicitud presentada".

Informes sectoriales negativos

Un macro proyecto como este necesita el visto bueno de numerosos informes sectoriales por su posible afección sobre el terreno.

Precisamente, al informe sectorial de la CHT se alegó y la Administración no dio por válida la alegación, ya que “en ningún momento acompaña datos técnicos que aporten suficiente claridad y detalle”.

De hecho, el informe publicado en el DOE recoge que “si lo que realmente se pretende es obtener un nuevo informe sectorial, junto a dicha petición concreta se deberá acompañar documentación técnica que cuantifique las necesidades hídricas de la totalidad del complejo, fuentes de suministro, aclaración de la reutilización del agua planteada, tratamientos y vertidos”.

Impacto ambiental

La actividad se pretende realizar dentro de las parcelas 70 y 71 del polígono 7, que están dedicadas a pastos para aprovechamiento ganadero. La suma de las parcelas alcanza la superficie de 98.377,75 metros cuadrados.

Y la actividad, señala la resolución de la Consejería para la Transición Ecológica y de Sostenibilidad, “no repercutirá negativamente en ningún espacio incluido en la Red Natura 2000; no afectando a ninguna especie de flora y fauna amenazada”.

Esa reposición alude al mismo problema que la CHT: no se especifica el empleo de los recursos hídricos. Y tampoco aclara el promotor las afecciones al suelo provocadas por los elementos del proyecto ubicados fuera de las citadas parcelas. A saber: conducciones de agua necesarias para el abastecimiento del proyecto y accesos para los usuarios de las instalaciones. 

Y añade la resolución de la Junta que “la generación de residuos durante la fase de explotación no se ha caracterizado ni cuantificado”. Y tampoco existe información respecto a los vertidos de aguas residuales. Si bien, aclara que la contaminación por la ejecución del proyecto “se vea limitada al espacio delimitado”.

Otros riesgos analizados han sido el riesgo sísmico, el riesgo por inundación, el riesgo de incendios y riesgos meteorológicos, “determinándose en todos ellos que el riesgo es bajo”.

En cuanto a la fauna no se ha constado la presencia de especies protegidas, sin embargo, hay que tener en cuenta la cercanía de la zona a la ZEPA “Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes”.

En la zona del proyecto no se ha localizado ninguna vía pecuaria que se vea afectada.

Impacto paisajístico 

El informe regional concluye también que no se ha aportado información sobre las alturas de los elementos que componen el proyecto, sobre todos aquellos elementos singulares como atracciones, toboganes, etc. “que requieran alturas elevadas, por lo que no se puede determinar con suficiente rigor el impacto paisajístico que generará el proyecto”, que se ubicaría a apenas 1 kilómetro del casco urbano casareño.

En la fase de funcionamiento, el impacto sobre la calidad del aire “se considera mínimo”. Sin embargo, durante la fase de funcionamiento “se prevé que los niveles de ruido y contaminación lumínica sean elevados”. Algo que “no ha sido convenientemente detallado en el documento ambiental”.

Conclusiones de la Junta

El informe del Gobierno regional concluye que “se trata de un proyecto y de una actividad que podría afectar negativamente al sistema hidrológico y calidad de las aguas, así como al patrimonio arqueológico”. 

Y añade que dicho proyecto, “previsiblemente, causará efectos significativos sobre el medio ambiente y que las medidas previstas por el promotor no son una garantía suficiente de su completa corrección o su adecuada compensación”, por lo que el parque acuático proyectado deberá someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria.