El Valle del Ambroz sigue ganando adeptos. Pese a que el Jerte y la Vera se mantienen como los destinos preferidos en primavera y verano, la comarca del Ambroz ofrece múltiples opciones donde perderse durante una soleada jornada estival: la ruta de La Chorrera, de los castaños del Temblar, el Pinajarro y, por supuesto, descubrir el barrio judío de Hervás (uno de los mejores conservados de toda Europa) y las piscinas naturales de la zona.

Sendero al Pinajarro, EDUARDO VILLANUEVA

El diario británico The Guardian (en el top 10 de periódicos con más suscriptores del mundo: 1 millón), acaba de publicar su guía “España oculta”, donde apunta varios destinos ‘ocultos’ que los británicos deberían descubrir si piensan en España a la hora de elegir su destino vacacional. Uno de los destinos que destaca es el Valle del Ambroz.

Asegura este diario que “es una zona bucólica, escasamente poblada, con abundantes bosques de hayas y abedules y muchos lugares ‘salvajes’ para nadar”, en alusión a espacios naturales alejados de la mano del hombre.

El relato vende la comarca pintando un paisaje de “huertos de cerezos y ciruelos en las laderas”, y subraya que es un destino “fuera del radar de la mayoría de los turistas extranjeros”, si bien es frecuentado entre el turismo nacional “que se dirige al oeste desde Madrid, al norte de Sevilla y al sur de Salamanca para disfrutar de una explosión de felicidad rural y largos almuerzos en las plazas de sus pueblos”.

Y cómo no, entre esos pueblos destaca a Hervás, “ubicado bajo el Pinajarro”, su popular barrio judío y la ruta de La Chorrera. “Calles estrechas y sinuosas flanqueadas por casas con balcones de madera desvencijados conducen a un castillo templario en la parte superior”, en referencia a la fortaleza templaria de San Gervasio, sobre cuyos cimientos se construyó la Iglesia de Santa María de Aguas Vivas.

Mencionan la plaza de La Corredera y “las tabernas que allí se ubican.

Extracto de la guía con una imagen de La Chorrera. EL PERIÓDICO

Con nombres y apellidos solo hacen referencia a los alojamientos (y pocos): destacan la Hospedería Valle del Ambroz (un antiguo convento trinitario del siglo XVII) y el Parador de Plasencia, con el que se deshacen en elogios asegurando que “es uno de los mejores diseñados de España. Un antiguo monasterio del siglo XV. Un enclave ideal desde donde visitar el Jerte, La Vera, Las Hurdes, Sierra de Gata y el Parque Nacional de Monfragüe”.

Aunque también subraya que el río Ambroz forma piscinas naturales en los pueblos de Casas del Monte y Abadía; “para aquellos que desconfían de la natación salvaje”. 

En el apartado gastronómico no indagan demasiado y se quedan en lo típico: jamón y queso extremeño, croquetas caseras, chuletillas de cordero y ensalada (sic).