La dehesa es un ecosistema clave; un paisaje único en el mundo que necesita de figuras de protección para mantenerse. Algo que conoce bien el Ayuntamiento de Arroyo de la Luz, que celebra que el Consejo Asesor de Medio Ambiente de Extremadura haya declarado la Dehesa de la Luz como Parque Periurbano de Conservación y Ocio, por su proximidad al núcleo urbano, la presencia de valores naturales y la posibilidad de desarrollar actividades socio-recreativas.

Se trata de un espacio idóneo para la puesta en práctica de actitudes y hábitos sostenibles. Y por sus singulares valores ambientales y naturales es merecedora de esta figura de protección, que permite preservar aún más una de las joyas del patrimonio arroyano.

"Es una figura de protección que habíamos planteado conseguir esta legislatura, aunque esa política siempre ha estado presente a lo largo de los años en este ayuntamiento. Y estamos contentos porque le otorga el marchamo de protección necesario a nuestra dehesa: un enclave estratégico para los arroyanos y para los visitantes, que cada año son más", subraya el alcalde de Arroyo de la Luz, Carlos Caro.

“Nuestra Dehesa de la Luz, la primera dehesa cultural de Europa, es un entorno natural de ensueño de historia milenaria. Donde disfrutar del turismo de naturaleza, un turismo sostenible con más de 900 hectáreas de encinas y alcornoques, hogar de una gran diversidad de flora y fauna salvaje donde conviven en total armonía con las especies domésticas en peligro de extinción”.

Todo ello, en un entorno rodeado de ruinas milenarias, dólmenes, restos de una prensa de aceite en la piedra, tumbas antropomorfas pertenecientes al periodo romano y visigodo, y los antiguos bohíos “de quienes se dedicaban en cuerpo y alma al cuidado de su ganado”. 

Se trata de un espacio que acoge numerosas actividades y eventos durante todo el año: pruebas deportivas, marchas de mountain bike, rutas a caballo, marchas solidarias, rutas nocturnas e históricas, actividades astronómicas, medioambientales, romerías y actos religiosos.

En sus granjas se pueden admirar ejemplares como la oveja merina negra, la vaca blanca cacereña o el caballo bretón.

También es un remanso de espiritualidad, gracias a espacios como el Santuario de la Virgen de la Luz, donde se encuentra la ermita construida entre los siglos XVII y XVIII de estilo barroco.

“Además, se trata de un entorno muy atractivo para los amantes de la fotografía que plasman con sus cámaras toda la belleza y vida de nuestra dehesa. Donde jinetes y amazonas galopan en medio del aire puro sintiendo la sensación de libertad y fundiéndose con la naturaleza, en la dehesa de los caballos, muchos de ellos preparándose para nuestra fiesta de Interés Turístico de Extremadura, el Día de la Luz”.

Admirar los cielos en este espacio natural es casi una obligación, después de disfrutar de espectaculares puestas de sol con la sierra de San Pedro de telón de fondo. Centro de Interpretación de Arroyo de la Luz alberga un mirador celeste, dentro de la red de Miradores Celestes de Extremadura y un observatorio astronómico conectado con el del Teide.