La artista extremeña Soraya Arnelas (natural de Valencia de Alcántara) visitará el próximo jueves, 11 de agosto, Las Hurdes para demostrar a sus seguidores (tiene 187.000 en Twitter, 183.000 en Facebook y 414.000 en Instagram) que la comarca sigue siendo un destino turístico de primer orden, “un espacio natural verde y resplandeciente” pese al daño causado por los incendios el mes pasado. Además, la cantante donará el equivalente a su caché a las tres empresas más dañadas por los incendios

“Aunque apenas se ha quemado un 5% de todo el territorio, el turismo se ha visto afectado al trascender la imagen de que todo ha ardido”, señalan desde la Asociación para el Desarrollo Integral de la Comarca de Las Hurdes (Adic-Hurdes).

Una imagen que la artista quiere contribuir a desterrar con su presencia y su paseo por tierras hurdanas, para el que ha hecho un llamamiento a todos los hurdanos y visitantes a que se unan.

“Las Hurdes siguen siendo verdes y hay que mostrarlo”, apuntan desde Adic-Hurdes.

El recorrido comenzará a las 11.30 horas en Pinofranqueado, se desplazarán a Las Mestas para conocer su piscina natural y la hospedería (donde tendrá lugar el acto solidario), y más tarde se trasladarán hasta la alquería de El Gasco para conocer los miradores y degustar la gastronomía local.

Arnelas donará el equivalente a su caché pro este tipo de actos (su visita será a coste cero) a las tres empresas más afectadas por los incendios. Será en el citado acto solidario, al que acudirán los alcaldes hurdanos.

A finales de julio nació una asociación para apoyar a los afectados por el incendio de Las Hurdes.

Más de 60 vecinos de los municipios hurdanos de Ladrillar, Nuñomoral y Casares de las Hurdes se dieron cita en la Asamblea Ciudadana "Hurdes Tierra Sin Arboles" y decidieron por unanimidad convertirse en asociación de afectados.

El objetivo de este nuevo colectivo es claro: lograr el apoyo directo a los perjudicados por el incendio de Ladrillar, para que sean indemnizados cuanto antes.

La asociación subraya que "es evidente que las intervenciones en zonas de incendio realizadas hasta ahora en Extremadura no han logrado sus objetivos".

En este sentido, expresan que "en el mayor incendio forestal de los que ha sufrido la región, el de Valencia de Alcántara de 2003, se anunciaron y se gastaron decenas de millones de euros para lograr convertir el monte en un ejemplo de biodiversidad", sin resultado alguno.

Veinte años después no existe nada, ni un castaño, ni un alcornoque, ni una encina de las sembradas han salido adelante y lo que es peor aún, no se ha generado ninguna actividad económica viable que favorezca el cambio de tendencia con respeto a la despoblación".