Asegura que la música es pura vocación, un sueño y que en Extremadura se siente como en casa. Ana Guerra lo demostrará el próximo sábado, 20 de agosto, donde tiene una cita en la plaza de toros de Montehermoso (22.30 horas).

--¿Qué es lo que más le preguntan?

--¿Qué supone para ti actuar en tal sitio? ¿Cómo será el show? (risas). Les digo que habrá canciones antiguas, y por supuesto del último disco, y los grandes éxitos, la que más nos piden siempre. Me gusta la conexión y el factor sorpresa que se establece con el público durante el espectáculo. Cuando la gente canta tus canciones es un subidón. Algo precioso. 

--¿Qué siente sobre el escenario?

--Para mí es la felicidad máxima. La música es vocación y un sueño. Además, puedo ser yo al 100%. Me encanta la adrenalina de cantar en directo. Nos divertimos bastante en cada actuación. Lo hacemos porque queremos darle a los fans lo mejor y que se lo pasen bien, se distraigan. Después de todo lo mal que se ha pasado con la pandemia.

--Extremadura es una tierra muy hospitalaria. ¿Qué energía le da?

--Ay, me gusta mucho. He tocado varias veces en Extremadura y ha sido increíble. Me siento como en casa. Va a ser una noche especial.

--¿Por qué la música nos salva?

--La música te hace ver las cosas de forma diferente. Nos conecta a niveles profundos, tiene poder para curar y, sobre todo, de tocar la fibra más sensible de las personas. 

--Estudiaste con tan solo ocho años flauta travesera. ¿Por qué?

--En principio iba para chelista, pero cuando escuché al profesor de flauta tocar la canción de Chiuahua, me emocioné un montón (risas). Y así fue cómo acabé estudiando ocho años de flauta travesera. En el conservatorio también cursé canto. ¡Qué nostalgia!

--¿Qué le viene a la cabeza si le menciono ‘Operación Triunfo’?

--¡Uff! A veces tengo la sensación de que fue un sueño, como si no hubiera pasado de verdad y en otros momentos, me parece que fue ayer. Guardo recuerdos súper positivos del programa, además aprendí mucho y me dio la oportunidad de demostrar mi talento al público. Me siento afortunada.

--¿Qué es para usted el triunfo?

Rodearme de gente que me está enseñando tanto, el triunfo está en esa madurez que voy adquiriendo, cómo han hecho todos que me sienta más segura, la confianza que he ganado y todas esas muestras de cariño que recibo de la gente que me para por la calle.

--¿Cómo gestiona la fama?

Con naturalidad. Sí que es verdad que antes no me conocía nadie y ahora sí, pero ese es el cambio tras pasar por la academia. Lo demás es un trabajo como cualquier otro, estoy más expuesta, evidentemente; pero tú tienes que ser como eres siempre, y trabajar en lo que te gusta es maravilloso.

--¿Lleva sus redes sociales?

--A veces cuando tengo que subir alguna cosa me echan un cable, pero sí, tengo el control total yo.

--¿Con qué sueña Ana Guerra hoy?

--¿Qué más voy a pedir a la vida? Tengo salud que es lo más importante, tengo trabajo, puedo trabajar en lo que me apasiona. Que las personas a las que quiero estén bien, y que la gente sea muy feliz. 

--¿Cuál es su helado favorito?

--Pistacho.

--¿Kit Kat o Kinder Bueno?

--Kit Kat, sin duda (carcajadas).