Nuevo capítulo de rechazo social en la larga lista de proyectos de energía renovable en la denominada pila verde de España. Extremadura. En esta ocasión, la Plataforma Ciudadana Tajo-Salor ha registrado alegaciones contra un proyecto de planta solar en la citada comarca, en los términos municipales de Alcántara y Mata de Alcántara

La plataforma nació hace apenas unos meses con el único fin de proteger esta comarca cacereña del desarrollo de “aquellas plantas fotovoltaicas que por su extensión puedan dañar nuestros parajes naturales, así como el patrimonio histórico”.

Si bien el alcalde de Mata de alcántara, Luis Amado Galán, aseguró en su momento a el Periódico Extremadura que “no hay ningún proyecto aprobado ni existe ningún tipo de concesión a ninguna empresa para instalar una macro planta”, la plataforma sostiene ahora que, finalmente, “se ha presentado un proyecto pese al rechazo social”.

El colectivo dice estar a favor de las energías renovables pero en contra de “cualquier desarrollo insostenible como el que se habría registrado para Mata de Alcántara”, que contaría con una extensión superior a 100 hectáreas y “rodearía la totalidad del municipio”, entre varias Zonas Especiales de Protección de Aves (ZEPA) y Espacio Natura. 

La planta afectaría a 13 parcelas de los municipios de Mata de Alcántara y Alcántara, y en las alegaciones presentadas se recogen las afecciones medioambientales en la zona afectada, incluida en el plan de recuperación de la cigüeña negra, y que es lugar de paso, anidación y alimentación de esta especie. Y añaden que “la muerte de ejemplares de una especie catalogada en peligro de extinción es un riesgo que no puede asumirse ni compensarse”.

Por otro lado, señalan la afectación a construcciones de piedra seca, “un patrimonio cultural protegido”. El proyecto, siempre según la plataforma, no tiene en cuenta estas construcciones, que dañarían “los bujíos de Porros, en el término municipal de Alcántara, y de Aldana, en el de Mata de Alcántara”.

También subrayan la carencia de notificación previa a los propietarios afectados por la propuesta de ubicación de la planta solar fotovoltaica. A este respecto, aducen que Benbros Solar S.L. “presenta con fecha 4 de mayo de 2022 a la solicitud de documento de alcance de estudio de impacto ambiental sin haber informado previamente a los afectados por las 13 parcelas en las cuales se encajaría la planta”.

Zona y clima “inadecuados”

La plataforma estima que en el proyecto se analiza el clima de la zona propuesta para la instalación, indicando que normalmente la temperatura varía de 2ºC a 34ºC, y que rara vez sube a más de 39ºC. “Entre los días 21 y 27 de agosto la temperatura máxima ha oscilado entre los 37ºC a 39ºC”, acorde a las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). 

Así, añaden que “la temperatura óptima de funcionamiento de los paneles solares oscila entre los 20ºC y 25ºC, “para temperaturas de 40ºC el rendimiento se sitúa en torno al 80%”.

Igualmente, en el proyecto presentado se especifica que las parcelas se ubicarían a una distancia de suelos urbanos de 5 kilómetros de Mata de Alcántara, “cuando en realidad, la parcela afectada más cercana al municipio se encuentra a poco más de 1 kilómetro de distancia”. Y aluden a “la gran incidencia visual que la planta conlleva”.

En este sentido, argumentan el “desplazamiento de las especies como consecuencia de la ocupación directa de los hábitats por las infraestructuras, y por las molestias por la actividad”, en referencia a la contaminación lumínica y acústica que se puede generar a la población de Mata de Alcántara.

En cuanto a la ubicación, estaría condicionada por dos factores “determinantes”. Por un lado, la exigencia de conexión a la red en un punto determinado, y por otro la idoneidad de los terrenos para ubicar una planta solar fotovoltaica. Pero el colectivo rechaza esa idoneidad, ya que “afecta a gran parte de los terrenos de la población de Mata de Alcántara para cultivo. Ante esta tesitura, la población quedaría prácticamente desprovista de esta tipología de tierras”.

Por otro lado, el documento contiene un plan de desmantelamiento de las instalaciones y restitución de las condiciones iniciales. No obstante, se considera “insuficiente, al no señalarse expresamente quién asumirá los costes y la responsabilidad del desmantelamiento de la planta”. 

Por último, aseveran que en la zona se verán afectados los grabados de Aldana, Arroyo de la Sierpe y fuente Felipe, incluidos en la carta arqueológica.