La fábrica de diamantes de Trujillo parece estar cada vez más cerca de convertirse en realidad, sobre todo, desde que hace unos días, los vecinos empezaran a ver maquinaria trabajando en el polígono industrial Arroyo Caballo, el lugar elegido para su instalación.

De esta manera, las obras, que han comenzado con el soterramiento de cables y el transformador eléctrico, continuarán, esta misma semana, con el movimiento de tierras, una de las cuestiones más esperadas por el consistorio.

Así, José Antonio Redondo, alcalde del municipio, señalaba este lunes que «entre las principales novedades destaca la adjudicación de las obras de movimiento de tierras y la liquidación de la compra de los terrenos a la Junta, por alrededor de 1.700.000 euros».

No obstante y aunque el regidor subrayó que «se está dentro de plazo», todavía se está a la espera de obtener la licencia de obras, debido a la falta de diferentes informes necesarios para que el Ayuntamiento pueda concederla. «El papeleo es lento», dijo.

En cualquier caso, Redondo espera que cuando termine el movimiento de tierra, ya se tenga la licencia de obras. «Podríamos haberlo hecho todo a la vez, pero eso significa tardar más, por eso se ha optado por adelantar ese movimiento de tierra», aclaró.

En esta intervención, el edil recordó que la fábrica se construirá en tres fases, sin embargo, aún no puede concretar ni cuándo comenzará a materializarse la primera, ni el momento en el que se contratará a los trabajadores. «Será un personal muy específico», resaltó.