Día de los enamorados y eso de las compras

Día de los enamorados, día del día, día diferente a la vez que igual. ¿Qué le hace diferente? Nada.

¿Nada?

Bueno, algo, los regalos, la alegría al recibirlos, los no regalos, su ausencia. Todo marca cuando no lo estamos, pero si lo estamos el regalo es permanente, los mensajes publicitarios no importan, en el ambiente creado por el amor los regalos no tienen importancia.

Pero bueno, ¿ no hemos quedado que son importantes? Es verdad, no lo son porque no se puede sumar a la plenitud de lo eterno y lo es porque son expresión de ello mismo.

Fíjate, si amas, un regalo de tu amada no importa, no puedes ser más feliz de lo que eres, sin embargo el regalo es expresión de lo que amas.

Si no amas, el regalo tiene todo el sentido del mundo, suple aquello por lo que se da y de no darlo te recuerda que no te aman y que no amas. Pero si amas, nada importa, recibir, no recibir, no quita felicidad al acto, al momento, al hecho de estar viviendo del amor. Veis, es simple.