La reforma en las leyes de la Enseñanza, que vienen ajustadas por las necesidades de recortes, exigidos desde fuera de nuestras fronteras, con un claro acento teutón, conseguirán reunir (con el paso de los años) un rebaño con más producción de lana, pero con menos producción de neuronas.

Un rebaño más ingenuo y más religioso, pero a la vez, más segregado y elitista. Con el tiempo, la ‘ley Wert’ podría convertirse en el argumento para una buena novela, al estilo de ‘Rebelión en la granja’, novela satírica de George Orwell. Hay un inconveniente: el nivel cultural de la población para hacer un buen relato, no dará para tanto. Pero, cuantos más tontos haya, menos complicaciones para que la tiranía campe a sus anchas.