Y si, como se nos anuncia, en España ya se ha superado la posible quiebra técnica en su economía, al no haber sido necesario el rescate por parte de la UE; ya podemos jactarnos de haber dejado de ser catalogados como país PIG.

Lo único que no encaja mucho en este argumento es que las porquerizas siguen llenas de lechoncillos que quieren seguir mamando de la teta del sufrido emprendedor. Aquel que busca su camino, soportando el riesgo que le supone la casta de esta piara bien instruida. El que no seamos rescatados, no supone que el dinero fluya hacia los fructíferos canales de una justa igualdad de oportunidades.