Bacterias que llevan millones de años aletargadas bajo el frío hielo glaciar, vuelven a reactivar su mecanismo latente ante la vida, aprovechando el deshielo.

Provocado, entre otras causas, por la ignorancia supina de quienes han llevado por bandera la avaricia exacerbada. Explotando a toda costa los recursos naturales, que no le pertenecen, e inventando dañinas estrategias para alterar el medioambiente.

La respuesta al calentamiento global, despierta de su letargo, y se revela contra la especie que nunca debió dominar el planeta: el ser humano.

La ciencia tendrá que poner en marcha nuevos protocolos de actuación, ante el posible temor por el cambio que puede producir la invasión de bacterias primigenias, que despiertan a la vida después de miles de siglos.