Nos miras con esos ojitos y nos adviertes de tu grandeza, nunca bajes esa mirada niña, no escondas esa belleza salvaje, disfrutar queremos de tu soberana fuerza y valía pues la sombra que generan dan cobijo, sosiego y alborozo naces con ansia de creación, tejido latente que al nombrarte engendras trafahgo, melena de querubín y colosal corazón vivaracho, arriscá y echá palante, dime niña, cómo no quererte, tú que formas espejo donde mirarnos las puertas abiertas que a tu paso encuentres, no creas que así estuvieron, son tus dones niña, acarícialos con dulzura, los ángeles que por ti velan a tus padres amaron, los que adoramos a tus padres, con devoción te cuidaremos disfruta tu rica niñez, de esa riqueza impagable, llena de amor duradero, de tardes eternas de abuela y de abuela de madre, de tías, padrinos, camaradas y risas que conforman recio enjambre, ese tejido placenta de felicidad que tú verás más tarde que cortos son los momentos eternos, deberían poder ser eternizables y ríete niña, ríe como siempre, como nunca lo ha hecho nadie, con esa risa bella, insolente y contagiosa, ríe filla, ríe nai, "Cuando me beses dame un beso de teatro. Un beso escénico representa todos los besos de la tierra" J.L.Alonso de Santos M.J.Trinidad Ruiz www.trinidadruiz.com