Que algunos políticos de este país y ciudadanos de esta ciudad quieran eliminar o trasladar un emblemático monumento cacereño como es la Cruz de los Caídos dice mucho. Solo una sociedad arcaica y carente de sentido común dedica tiempo a debatir esta cuestión. Además tienen la capacidad de decidir qué monumento es válido y cuál no, como si de jueces se trataran. En Cáceres tenemos muchos problemas, pero por desgracia solo son mediáticos los que no deberían tener relevancia alguna.

El análisis es simple, no tiene complicación. Una cruz que lleva ni más ni menos que 83 años en esta ciudad, la cual representa y recuerda a todos los caídos por la patria, sin distinción alguna, quiere ser eliminada o trasladada. No hace daño, no incita al odio ni mucho menos ensalza la desgraciada etapa que vivió España durante 36 años. Es una simple Cruz, un signo Cristiano más de los muchos que hay en la ciudad, es parte de Cáceres. ¿Por qué algunas personas dedican tiempo a esta cuestión?, ¿no sería más beneficioso para la ciudad dedicar tiempo a lo que realmente necesitamos?. Se me ocurren muchos ejemplos, como exigir un tren digno, una autovía entre las capitales de provincia, finalizar la segunda fase del hospital y así un sinfín de falsas promesas a las cuales no se les dedica ni un minuto. En eso es en lo que una sociedad moderna y culta dedicaría tiempo. No a debates políticos como este. Es triste que Cáceres sea noticia por esto y no por las deficiencias que presenta. Cáceres necesita avanzar como ciudad y sociedad. Ojalá algún día los cacereños nos unamos en la misma línea y objetivo, mejorar la ciudad. Como decía Henry George: «La ley de la sociedad es cada uno para todos y todos para cada uno».