Nostagia de 'la Leoncia'

Va para más de un mes que la estatua de Leoncia, a causa de un atropello, desapareció del espacio que el Periódico Extremadura a través del consistorio cacereño y, con el beneplácito de los cacereños, le habían dedicado al cumplir las bodas de platino de la aparición del Extremadura como primer periódico de la región extremeña.

Sé que toda lesión lleva un tiempo de cura, pero me temo que si esta se alarga, nos podamos quedar sin el espacio a ella dedicado, pues paseando por la plaza de San Juan observo que las mesas de los restaurantes que en ella están situados cada día acercan más sus mesas al sitio para ella reservado, e incluso he llegado a ver alguna silla colocada sobre el mismo sitio o losa donde estaba colocada la estatua.

Yo pediría a el Periódico Extremadura, o a quien corresponda, que agilizara su restauración para que en este año del centenario, Leoncia ocupe su sitio preferencial, que no pudo ser mejor elegido, aquel en el que ella se dedicó a vender el viejo Extremadura.

Incluso pediría, si ello fuera posible, la colocaran sobre una pequeña peana de 15 o 20 centímetros para que, de este modo, quedara más protegida de posibles atropellos futuros.

Esta nostalgia la siente un cacereño que en el primer atropello o atentado que sufrió por causas de algún o algunos gamberros, le colocó de forma anónima a modo de reparación, un periódico del día y un pequeño ramo de flores en su brazo y que, por esta vez, quisiera seguir en el anonimato como un ciudadano desconocido.