Con el Sexpe hemos topado estimadas/os lectoras/es. El Sexpe, la Junta de Extremadura, junto a las Escuelas Profesionales Duales de Empleo son una continua e incesante caja de sorpresas, y en lo que respecta a mí, diría que nefasta.
Me da por mirar el fichero de expertos (web donde se publican ofertas de empleo para dichas escuelas, más o menos se lo digo así para que lo entiendan) y mi estupefacción es de tal calibre, que todavía no salgo de mi asombro, aunque tal vez no, porque ya hicieron algo parecido en Almendralejo, cuando a los dos meses se marchó uno de los monitores, y se inventaron una plaza nueva en la que cambiaron los requisitos, y pasó de ser diplomado a licenciado, jugada maestra.
Pues como les comento, en dos plazas para cubrir 2 puestos de monitor/a de Gestión de Marketing y Comunicación, han cambiado en 0,2 las bases, y han eliminado de un plumazo uno de los cuatro requisitos imprescindibles, el referente a Licenciatura en Filología, así sin más, y ahora le van a facilitar el acceso a gente que no debiera, o que, por supuesto, no se lo merezca. ¿Esto qué es, una subasta, el que más puja se lleva el puesto? O todos moros, o todos cristianos, esto es de una injusticia superlativa, esto se sale da madre. A algunos, en otras convocatorias nos han puesto una y mil pegas, y aquí, ancha es Castilla. Es como si a los que se presentan a Albañilería le quitan el requisito de montaje de andamios, o al de Programación, el de programar con C++.
Así hace las cosas nuestro Sexpe.