La historia de Papel y tinta (Suma de letras) nace en un pueblo de Badajoz, concretamente en Fuente de Cantos, cuando su protagonista, Elisa Montero (personaje ficticio), es separada de su familia y obligada a vivir en Madrid con su madrina, una viuda perteneciente por matrimonio a la alta sociedad que será la encargada de educarla, pero que lo hará con una severidad y falta de cariño que a la niña le costará entender casi tanto como los rituales de su nuevo posición social.

Escrita por María Reig (Barcelona 1992), Papel y tinta se ha colocado entre las diez novelas más vendidas en menos de dos semanas, acumulando críticas positivas, (salió a la venta el 24 de enero), atrapando así a los lectores atraídos por Elisa Montero, una mujer incorformista que desea convertirse en periodista en el Madrid del principio del siglo XX, al tiempo que busca librarse de las limitaciones que le imponen su condición de mujer y su posición social para cumplir su sueño y tomar las riendas de su destino y entregarse al verdadero amor. Como testigo, la rabiosa y convulsa actualidad de una España entre guerras que la acompañará en su lucha por conocerse a sí misma y sobreponerse a sus propios prejuicios.

Y como el ejercicio de su pasión estaba vetado a las mujeres, decide disfrazarse de hombre y adoptar un seudónimo para ser periodista, porque Elisa Montero, en palabras de su creadora, tiene un doble condicionamiento, el de su sexo y el de su clase social, ya que aunque en los años 20 se vivió una apertura en la educación para las mujeres en las ciudades, la «vivían a remolque de padres y maridos».

María Reig, licenciada en Periodismo por la Complutense y máster en Dirección de Comunicación Corporativa por EAE Business School, preguntada por este periódico por los motivos por los cuales sitúa el origen de la protagonista en la región, explicó que «mi conexión con Extremadura es, más que nada, por amistad. Una de mis mejores amigas es de Nogales [está a 66 kilómetros de Fuente de Cantos] y, gracias a ella, he podido descubrir costumbres y detalles de vuestra tierra», y precisa: «El hecho de escogerla como lugar de origen de la protagonista de mi primera novela se debe a varios factores. Por un lado, el cariño que ha ido creciendo al conocer a personas de allí y, por otro, mi interés en mostrar las dos ‘Españas’ que existían por entonces. En la novela aparece Madrid, una ciudad que busca parecerse, cada vez más, a las capitales europeas, pero la realidad de la mayoría de España era distinta: problema de la propiedad de la tierra, caciquismo, analfabetismo...Quería que Elisa procediera de esa España común y Extremadura me pareció un maravilloso origen para reflejar la compleja realidad de un país a través de una zona muchas veces olvidada», explica.

DEl micromecenazgo al éxito / Informa la editorial que al acabar su novela, y tras algún intento «sin respuesta», ideó llegar a los lectores a través de una campaña de micromecenazgo en redes sociales para recaudar los 2.000 euros necesarios para poder autopublicar su libro: solo necesitó 25 horas para reunirlos.

Y enseguida superó esa cantidad, porque fueron 4.500 euros los que logró con las aportaciones de 125 mecenas que se apasionaron con su historia sin siquiera haber leído el libro. «Me siento muy orgullosa y feliz de ver cómo tanta gente ha creído en mi proyecto sin apenas conocerlo», sostiene Reig.

Entonces, Suma de Letras se fijó en su novela y decidió publicarla, por lo que Reig se puso en contacto con sus mecenas para ofrecerles la posibilidad de recuperar su aportación, pero ninguno quiso hacerlo.

Sobre su oficio de escritora y la temprana edad en la que ha comenzado (tiene 26 años), asegura que lo hace porque «lo que me apasiona, lo que me hace vibrar cada mañana, lo que necesito como respirar es escribir novelas, zambullirme en los personajes, en sus sentimientos, en historias que aún no han sido contadas por nadie, que permanecen como en secreto en mi mente, en verdades y mentiras, en ficciones, en paisajes, rincones y que nadie antes pintó ni visitó ni siquiera vio», señala en unas declaraciones distribuidas por la editorial.

Parece que, tras Papel y tinta’, María Reig, al igual que Elisa Montero, va encontrando su camino, llevadas las dos por el mismo deseo: escribir y ser fieles así mismas.