La francesa Léone Meyer abandonó este martes su batalla judicial contra la Universidad de Oklahoma, a la que reclamaba un cuadro de Camille Pissarro que fue expoliado por los nazis a sus padres adoptivos, y renunció a su propiedad sobre la obra. "He tomado la decisión de renunciar a todos mis derechos sobre este cuadro. Y también de renunciar a mi título de propietaria a favor de la fundación de la Universidad de Oklahoma", dijo en un comunicado.

Tras esta decisión, el caso queda cerrado ante la Justicia, que debía pronunciarse este miércoles sobre la propiedad de la obra 'La Bergère rentrant des moutons' ('Pastora reagrupando a las ovejas') en el proceso de Meyer contra la universidad estadounidense.

La heredera, de 81 años, ha llegado a un acuerdo con la universidad para modificar un contrato alcanzado en 2016, y que ella había denunciado por haberse sentido obligada a firmarlo, mediante el cual el cuadro rotará tres años entre Oklahoma y otros tres en una institución pública francesa.

En mayo, durante la primera vista, la Justicia se inclinó a favor de Estados Unidos al analizar únicamente el contrato firmado por las partes en 2016, mientras que Meyer esperaba que se aplicara el decreto de 1945 según el cual todo propietario de una obra expoliada por los nazis es un propietario "de mala fe".

'Pastora reagrupando a las ovejas'

Desde los años 1990, Meyer había tratado de localizar la obra, pintada por el impresionista en 1886, y que hasta 1941 era propiedad de su padre adoptivo, Raoul Meyer. La localizó en 2012 en el museo de la fundación de dicha entidad. "Durante casi diez años he peleado para obtener que la restitución de una obra de arte saqueada se produzca independientemente de cualquier otra consideración relacionada con su procedencia, su historia o sus sucesivos poseedores", añade en la misiva.

El cuadro, estimado en 1,5 millones de euros (1,8 millones de dólares), está expuesto provisionalmente en el Museo parisino de Orsay desde 2017 y hasta el próximo 21 de julio, cuando volverá a Estados Unidos.

Meyer perdió a sus padres y hermanos en el campo de concentración de Auschwitz y fue adoptada por Raoul Meyer en un orfanato cuando tenía siete años. En 1951, su padre adoptivo encontró en Suiza la obra de Pissarro que le habían robado en 1941, pero la Justicia suiza consideró que el delito había prescrito.

La pintura acabó en manos de un coleccionista privado estadounidense que en el año 2000 lo donó al museo de arte de la Universidad de Fred Jones Junior de Oklahoma, pese a que esta se encontraba en una lista de bienes expoliados en Francia. Cuando la señora Meyer lo localizó en 2013, el museo se negó a devolverlo y le propuso en 2016 un acuerdo que estipulaba que la obra rotaría cada tres años entre Oklahoma y el museo al que ella diera el permiso de exponer siempre que la institución estadounidense validara la elección. Pero el Museo de Orsay, a quien Meyer había propuesto, rechazó la oferta por las dificultades de transporte y administración que suponía la alternancia.

"Algunos lamentarán esta itinerancia perpetua y otros se alegrarán, pero los estudiantes de la Universidad de Oklahoma se acordarán de que esta obra perteneció a Yvonne y Raoul Meyer y que fue expoliada en Francia en 1941", añadió Meyer.