No es una edición cualquiera porque hay mucho que celebrar. En la XVIII edición del Festival Otoño Flamenco se festejará el 50º aniversario de la Peña Flamenca de Fuente de Cantos (cuya sede, inaugurada el 14 de agosto de 1971, es la más antigua de Extremadura), y la celebración del primer Festival Flamenco Extremeño. Efemérides que, para el director de este Otoño Flamenco, Francisco Zambrano (Fuente de Cantos, Badajoz, 1974) representan un antes y un después en la evolución de este arte en nuestra región. Con la mayoría de edad de este festival que arranca el viernes, 22 de octubre, con un recital de Miguel de Tena y María Metidieri dentro del ciclo de Diputación de Badajoz ‘Pasión por el Flamenco’ se abren ‘las puertas de los toriles’ del buen hacer de Zambrano y de un cartel de categoría que este año homenajea, en su Gran Festival de Arte Flamenco, al cantaor de Lebrija, Curro Malena. Para quitarse el sombrero. Pasen y lean. 

El sábado, 23 en Fuente de Cantos: el pasado, presente y futuro de las tres principales disciplinas del flamenco...

Sí, el Otoño Flamenco sigue las líneas que nos impusimos desde el principio: apostar fundamentalmente por el flamenco extremeño, guardarle respeto a la tradición y establecer una apertura a la innovación, dándole oportunidades a los jóvenes, a las nuevas ideas y a las corrientes que se van produciendo en el flamenco como arte musical vivo y en movimiento, de acuerdo con la sociedad en la que vivimos. De esta forma en este ‘Otoño’ vamos a poder escuchar en el cante a figuras consagradas sevillanas y extremeñas, y a jóvenes valores lebrijanos y extremeños. En la guitarra igualmente escucharemos el toque consagrado y el joven. Y en el baile, que es nuestra disciplina más débil, tendremos la oportunidad de ver a un joven maestro y a una de sus alumnas más jóvenes y aventajadas. Lo que indica que, en el baile, las cosas están cambiando para bien en nuestra tierra. El recuerdo al pasado en los que no pueden estar, el presente a través de los maestros y el futuro con los jóvenes valores. 

Hay muchas razones para homenajear a Curro Malena, pero ¿por qué lo ha hecho ahora?

Bueno, el homenaje a Curro Malena en la Peña Flamenca de Fuente de Cantos no es nuevo. Él fue titular de la Peña Flamenca durante los siete primeros años y en ellos recibió el primero con la ‘insignia de oro’ de la misma. Después recibió otro gran homenaje, en 1996, con motivo del 25 aniversario de la peña y ahora, en el cincuentenario, lo recibe en nombre de todos los que participaron en aquel  Primer festival histórico. Esa es la principal motivación del homenaje junto con su trayectoria ejemplar de tantos años siendo un referente del flamenco en general y del lebrijano.

El no estará, pero sí dos cantaores punteros, que también estuvieron entonces: José de la Tomasa, el ultimo maestro del cante sevillano, y José Antonio ‘El Chozas’. Una pena que no hayan podido estar más de los históricos, ni Curro esta vez, pero las circunstancias de los años se imponen. Curro es un cantaor muy largo, con mucha fuerza, con mucha capacidad de transmisión, referente en el cante festero de su tierra y una gran persona y un cantaor muy honrado que se entregaba en todas sus actuaciones. Por la ingrata enfermedad que lo tiene postrado no puede estar con nosotros, pero si estarán sus hijos y también su nieto, guitarrista, que se llama Curro Malena como él y que también es nieto de la otra gran figura del cante lebrijano, Juan Peña ‘El Lebrijano’.

¿Qué recuerdos tiene de ese Primer Festival Flamenco, de impresionante cartel?

Recuerdos muchos e imborrables compartidos con los que empezábamos en el flamenco organizado y los artistas que apuntaban a ser figuras, como así fue. En los inicios de todo esto teníamos una tremenda ilusión por dignificar el flamenco en los años de la juventud y de la fuerza, que nos hacía movernos en el quijotismo de una forma de vivir el flamenco, más romántica, que se ha ido perdiendo al entrar la actual etapa de la información virtual.

"Seguiré en el flamenco porque es mi consuelo espiritual pero no en primera línea"

¿En qué eran diferentes esos festivales de los de ahora?

Digamos que el festival tradicional que empezó en los 60 y se impuso de forma generalizada a partir de los 70, sigue todavía vigente cuando se hace en un solo día. Los grandes festivales han empezado a repartir en varios días su actividad, dando oportunidad a la información, a la presentación de novedades y a la didáctica, junto con el espectáculo flamenco en sí. 

La diferencia se comprende muy bien en las dos formas de expresión que se producirán en este XVIII Otoño Flamenco: tradicional, el día 23, en recuerdo de los tiempos históricos y actual, el día 30, buscando nuevas formas de exposición de las tres disciplinas del flamenco.

"En los inicios teníamos una tremenda ilusión por dignificar el flamenco en los años de la juventud y la fuerza"

También hay lugar en este Otoño Flamenco para los libros, nuestros discos...

Como siempre en el Otoño Flamenco, que es un festival muestra puramente cultural, la divulgación, la información, la didáctica y la promoción de las novedades tienen su sitio, sobre todo las del flamenco extremeño. tal y como decidimos al empezar en el 2004.

Este año estarán: el último disco de Miguel Vargas ‘Desde mis entrañas’, su libro, ‘Flamenco para Dummies’ y el disco ‘Raíces de Extremadura’ de los hermanos Dávila, seguidos de un recital de los artistas autores.  

También estará, abriendo, el día 22, gracias al Ciclo Flamenco de la Diputación Provincial, Miguel de Tena, que acaba de presentar su nuevo disco ‘Añoranzas’.

Y el sábado, 30 de octubre, la voz, las cuerdas, el aire, el cajón y el tacón..., ¡cuéntenos cómo va a ser ese fin de fiesta!

Será una muestra clara de la evolución que lleva la forma actual de exponer el flamenco. Es la diferencia con el festival tradicional porque va motivado por un argumento, en este caso, los instrumentos que se han ido incorporando al flamenco a través de su historia. La idea fue mía y el montaje y la dirección artística correrán a cargo de Jesús Ortega que tiene gran talento para la coreografía. Ahí se desgranarán las tres disciplinas del flamenco expresando con su instrumento natural y esencial que es la voz, la guitarra y la viola con sus cuerdas, el aire a través de la flauta travesera, la percusión natural y de cajón y el baile simbolizado en el tacón y su ‘zapateado’. Realizado por seis jóvenes flamencos que están muy firmes en sus trayectorias.

"El Festival Otoño Flamenco sigue las líneas que nos impusimos desde el principio: apostar por el flamenco extremeño"

Y a usted, que lo ha hecho todo por y para nuestro flamenco, ¿qué le queda por hacer?

Pues voy a seguir haciendo todo lo que pueda, en la medida de mis posibilidades. Los que ya hemos celebrado las bodas de oro con el flamenco, tenemos mucha experiencia, pero también bastantes menos fuerzas y por eso hay que estar abierto al relevo, tal y como vamos a hacer con el Otoño Flamenco. De esta forma para el año que viene yo ya tengo sustituto, aunque estaré acompañando en todo lo que se necesite.

Por lo demás, seguiré en el flamenco porque me sirve de consuelo espiritual, pero no en primera línea. Este será mi último año en la didáctica en radio después de casi 28 y antes de final de año presentaré mi último libro, que es el décimo, sobre la historia de la Peña Flamenca de Fuente de Cantos. Y seguiré escribiendo: quiero culminar con la recopilación global de ‘La Extremadura Flamenca’, para las nuevas generaciones, ahí acabará mi labor comprometida. Después saltaré de la investigación al flamenco más poético e imaginario a través de las letras flamencas que tanto me gustan. Me queda por hacer en el flamenco, lo que me quede por vivir.