¿Qué tienen en común, además de ser espacios singulares y únicos y de estar en Extremadura, la cueva de Maltravieso, Malpartida de Cáceres, Coria, Pedroso de Acin, Granadilla, Guareña, Cáceres, Alqueva y Monfragüe? La respuesta está en el libro ‘España inédita (Geoplaneta.Nómadas), en el que su autor, Antonio Puente Mayor (Sevilla, 1978), invita a viajar por rincones recónditos, casi desconocidos, sorprendentes y curiosos, por los que en muchos casos, bien por las prisas o por desconocimiento, pasamos de largo y nos los disfrutamos. Este licenciado en Filología Hispánica recomienda cien lugares que él considera fascinantes y que hay que ver para redescubrir nuestro pasado y admirar nuestro presente. Y lo hace a través de diez capítulos para que el lector, desde su casa, descubra una naturaleza deslumbrante, el arte en mayúscula, cuevas y tesoros subterráneos, edificios con historia, paisajes de ensueño, lugares de culto impensables o museos curiosos y al aire libre.
Antonio Puente Mayor presenta un territorio lleno de sorpresas que invitan a redescubrir España
Sin ser una guía de viajes al uso (no aparecen hoteles, restaurantes o lugares de ocio), sí es una guía que conduce al lector a lugares en los que poder disfrutar de experiencias únicas, desde excursiones tranquilas hasta rutas para los más aventureros. No es un libro para llevarlo en el bolsillo ni en la mochila, pero sí es un libro que nos ayudará a llenar nuestra memoria de recuerdos, buenos recuerdos, que despertarán nuestra curiosidad e interés, y es que, como dice Antonio Puente Mayor en la introducción: «La curiosidad nos ayuda a crecer y es una motivación que nace dentro de nosotros mismo», para añadir; «Hagamos caso a nuestra brújula, la de los sentidos, y tomemos la ruta que mejor se ajuste a nuestras necesidades», porque «ninguna guía es más certera que nuestro propio instinto». Viajemos, pues, y descubramos esos enclaves quizás hasta ahora ignorados para poseerlos y compartirlos, porque ¿qué es viajar sino compartir?
De Extremadura, destaca yacimientos arqueológicos, cuevas, naturaleza y un pueblo sin vecinos
Cáceres y su cueva
La primera ruta por Extremadura que aparece en el libro tiene su origen hace miles y miles de años. El enclave propuesto es la cueva de Maltravieso, en Cáceres, que el autor sugiere visitarla en el capítulo dedicado a cuevas y tesoros subterráneos y lo hace haciéndose una pregunta, es ¿Maltravieso la cuna del arte mundial? Recuerda cómo se descubrió en julio de 1951 tras una explosión para extraer mineral y en un hueco angosto y profundo encontraron huesos, cráneos con aspecto antiguo y, lo que es más sorprendente, una mano pintada que lo revoluciona todo. Son las pinturas más antiguas de España y tal vez del mundo, datadas hace 66.700 años, localizadas en una cueva de apenas cien metros en la que el hombre neandertal dejó su huella del modo más directo posible: su mano. El texto, que incluye de manera concisa, pero precisa, su historia desde sus orígenes hasta la aparición en la revista’ Sciencie’ de un estudio avalado por 14 expertos mundiales que concluye que Maltravieso es el ‘museo’ de arte parietal más antiguo del mundo, se acompaña de fotos (las hay en todos las sugerencias), y una explicación de que hay que hacer para verla.
El pueblo de las cigüeñas
El pueblo europeo de las cigüeñas es Malpartida, está a 14 kilómetros de Cáceres y en ‘España inédita’ aparece en Paisajes de ensueño. Explica el autor que esta declaración, otorgada por el Fondo Patrimonio Natural Europeo, data de 1997, y destaca que hay un observatorio en el monumento natural de los Barruecos, la mejor residencia para la cigüeña blanca que se alimenta en sus 15 lagunas y charcas, haciendo de la zona un paraíso para la ornitología, sin olvidar sus pinturas, grabados y enterramientos.
Coria y su mantel santo
Un mosaico romano hallado en el claustro de la catedral de Coria apunta a que en ese lugar estuvo el primer templo cristiano de toda la península ibérica. Esto, no obstante, no es la que hace especial esta iglesia, sino el hecho de que atesora el mantel utilizado por Jesús en la última cena. Cuenta Antonio Puente las pruebas que se le han practicado a lo largo de la historia para llegar a esta conclusión, incluida la de un equipo de científicos de la NASA, los argumentos que se han dado, desde que se descubrió (entre los años 1370 y 1403) para explicar cómo llegó a Coria (al día de hoy tiene algo más de 12.000 habitantes) y las tradiciones entorno a su adoración.
El convento más pequeño
Coria está relativamente cerca de Pedroso de Acín, pueblo que posee con orgullo el convento más pequeño del mundo, el monasterio de el Palancar, fundado por san Pedro de Alcántara y que comenzó a tomar forma el 22 de mayo de 1557. Sus dimensiones, nueve metros de largo por ocho de ancho, bien atestiguan la consideración de ser el monasterio más pequeño del mundo. En este espacio, el santo nacido en Valencia de Alcántara dormía de rodillas en una celda situada en el hueco de la escalera con una dimensión de apenas 112 centímetros de largo y sin apenas ventilación. El autor informa sobre cómo llegar y sobre la dieta de los monjes, austera al máximo. Quizá nunca la expresión vida monacal estuvo tan acertada.
Granadilla y el pantano
Si Coria y Pedroso están en el capítulo Lugares de culto, Granadilla lo está en el dedicado a Lo insólito de nuestra geografía. Visitar este pueblo, al que Antonio Puente califica de ‘fantasma’, es, «vivir la emoción que supone ingresar en un espacio único, alejado de las grandes urbes y cuyo auténtico hechizo ninguna fotografía puede reproducir». Sus habitantes, el último en 1964, tuvieron que abandonarlo por la construcción del pantano de Gabriel y Galán (que lo iba a inundar, aunque luego no fue así) y ahora forma parte del Programa de Reconstrucción de Pueblos Abandonados, gracias al cual estudiantes de toda España ayudan cada año a apuntalar sus muros, «rescatar su memoria e incluso a jugar a ser agricultores o ganaderos mientras viven y trabajan intramuros. Y todo ello en constante diálogo con los fantasmas del pasado, a quienes ni la amenaza del agua ni el inevitable olvido les hizo abandonar el lugar», un lugar fundado por los árabes en el siglo IX en el norte de Cáceres. Dice Mayor que «hay que visitar Granadilla con una buena cámara y ningún prejuicio: solo así se podrá caer en el sortilegio de sus calles, la hermosura de sus colores y la atracción de su decadencia». Y es verdad.
El Turuñuelo
Por su extraordinario estado de conservación, este yacimiento de 6.000 metros cuadrados de extensión, localizado en una finca privada de Guareña, lo convierte en «un ejemplo inigualable para el estudio de la civilización tartésica», expone Antonio Puente en ‘España inédita’, y llega a esta conclusión tras constatar que los tesoros hallados, tras ser destruido y sellado por sus moradores hace 2.500 años, tienen un gran valor y «constituyen la mayor novedad dentro de la arqueología tartésica de la última década». Se han encontrado cerámicas, piezas de bronce, carbones, maderas y, lo que es más sorprendente, los huesos de un adulto y los pies de una escultura de mármol procedente de Grecia, que sería la primera de estas características que aparece en la península ibérica de una época anterior a los romanos. A este conjunto se une la hecatombe con 52 caballos en posición anatómica, lo que le convierte en la primera manifestación de este tipo de ritual documentada en todo el Mediterráneo. Por estos motivos y porque también está cercano a Cancho Roano (Zalamea de la Serena, y La Mata (Campanario), ambos conjuntos tartésicos, bien merecerá una visita cuando esté abierto al público.
Cáceres el Viejo
El mayor campamento romano de la República está en Cáceres y en el libro, al igual que el anterior, en el capítulo dedicado a los viejos pobladores. Es Cáceres el Viejo, «una de las joyas más interesantes y desconocidas no solo de Extremadura sino de toda Europa», afirma Puente, que califica a este espacio de «extraordinario», descubierto por el arqueólogo alemán Adolf Schulten, quien, tras unos primeros sondeos en 1917, excavó parte de las murallas, puertas, torres, fosos, y un templo. Al día de hoy se pueden admirar las recreaciones metálicas, de «un aspecto imponente», de las puertas que recuerdan a las originales. También hay un centro de interpretación (gratuito), en el que el viajero puede conocer cómo era vivir en torno al 80 antes de Cristo.
Alqueva
Por tierra, mar y aire se puede conocer el embalse fronterizo de Alqueva, un inmenso lago que abarca, en territorio de la provincia de Badajoz, Olivenza, Alconchel, Cheles, Táliga y Villanueva del Fresno ( en Portugal baña ocho localidades), siendo el gran potencial de esta gran masa líquida, rodeada de encinas y alcornoques, el turístico, ya que, con una, extensión de 80 kilómetros, una profundidad de 150 metros y 1.160 kilómetros de costa interior, permite disfrutar de una estupendas vacaciones practicando senderismo, de playas como la de Cheles, observación de aves, descensos en kayak o un safarí por la región. Todo un paraíso de diversión y aprendizaje.
El icono de Monfragüe
Peña Falcón es el icono de Monfragüe (Cáceres), parque nacional, donde luce «imponente merced a sus 300 metros, al tiempo que posee una gama cromática tan interesante como fotogénica». Conocida como Salto del Gitano (cuenta la leyenda que un gitano se despeñó por ella, logrando sobrevivir, huyendo de la Guardia Civil), tiene en el buitre negro el rey de su cresta, pero en sus farallones también se pueden observar el halcón peregrino, el alimoche, la cigüeña negra y el buitre leonado.
Hasta aquí este viajes desde el sofá por los espacios de la Extremadura inédita (no tanto para los residentes en esta comunidad, pero sí para miles de españoles y extranjeros) recogidos en la entretenida y divulgativa ‘España inédita’, que incluye datos tan curiosos como que el coito más antiguo del arte rupestre se pintó en la cueva de Casares, Riba de Saelices, en Guadalajara, ¿Se suman al viaje?