El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida afronta este viernes, 1 de julio, el inicio de su 68 edición con una transgresora y rompedora versión de 'Julio César' en la que actores y actrices intercambian sus roles como fórmula para interpelar constantemente al público sobre qué es ser mujer, hombre y persona sin necesidad de llevar el texto hacia la zona genital de los personajes.

Se trata de una versión libre de José María Muscari, producida por el Complejo Teatral de Buenos Aires, que ha cruzado el atlántico tras su estreno el pasado mes de abril en la capital argentina para ofrecer tres representaciones en el Teatro Romano de Mérida este viernes, el sábado y el domingo.

Un elenco completamente argentino en el que destaca la figura de Moria Casán, a la que sus propios compañeros de compañía otorgan la figura de diva en su país, y de quién el director de la obra dice que el término actriz le queda "chica", pues hace "un montón de cosas que son inclasificables".

Una edición más que afronta Jesús Cimarro en la dirección del certamen, quien ha asegurado que la programación de esta obra en plena semana del Orgullo LGTBI no es casualidad, pues de forma intencionada "traviste a sus personajes", en un "ejercicio de empoderamiento de las mujeres y en defensa de esa diversidad".

Cimarro, que viajó a Buenos Aires para ver la obra, ha dicho que pudo entonces comprobar "la potencia, el enfoque rupturista e irreverente" de esta propuesta de Muscari, quien firma una versión "absolutamente libre y actualizada" que no se parece "en nada" a otras del clásico de William Shakespeare ya representadas en el certamen emeritense, y que en este caso es "tan rompedora" que cree que sorprenderá al público de Mérida.

Muscari ha subrayado más allá de la historia de "traición y muerte" creada por Shakespeare, que mantiene su esencia, lo "atractivo" de su propuesta es este "enroque" en relación a los géneros que pone "tensión sin tener que hablar de ello", pues "pregunta todo el tiempo qué es ser mujer, qué es ser hombre, y qué es ser persona". Un cambio de roles que le da un "punch" al espectáculo, en tanto que "se mete en el tema del género sin tener que hablar de eso", ha señalado.

Por su parte, Casán ha subrayado que el teatro romano de Mérida, con más de 2.000 años en pie, lejos de intimidarles, les "empodera", porque la historia les "protege", les "escuda", y donde este fin de semana va a "dragqueenear" a Julio César, a quien se va a "montar" y a "comer vivo". Sobre el proyecto ha defendido que no tienen miedo a Shakespeare ni a los clásicos, y que supone una "bisagra más" en su carrera, que le permite disfrutar, pues para ella el teatro es un juego.

Por su parte, Mariano Torre, que interpreta a Porcia, la mujer de Bruto, ha insistido en el proceso de intercambio de roles, sobre el que ha señalado que al comienzo los hombres iban a hacer de mujeres, pero con el paso de los ensayos se dieron cuenta de que "lo más interesante no era que los hombres hicieran de mujeres, sino que los hombres se pongan en el lugar de las mujeres".