Una obra que toma "la esperanza como el último sustento de la vida para permitir germinar en conocimiento". El delirio filosófico de Antígona regresa a Mérida tras 30 años para poner fin a la 68 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Se trata de una pieza teatral que agrupa filosofía y literatura escrita por María Zambrano en 1967, que se estrenará este miércoles 17 de agosto y estará en escena hasta el domingo 21 en el Teatro Romano de Mérida.
'La tumba de Antígona' vuelve al certamen teatral emeritense de la mano de la compañía extremeña Karlik imponiéndole así su propio lenguaje. Nieves Rodríguez y Cristina D. Silveira, directoras de esta coproducción con el Festival de Mérida, han manifestado este martes en rueda de prensa que han pretendido que "el teatro y la danza" fueran "de la mano" durante la representación de la obra.
Una obra que cuestiona el canon de una manera radical, puesto que Antígona no solo no se quita la vida, sino que encuentra espacios de tiempo en su delirio para poder renacer. Una pieza teatral que aúna filosofía y literatura, danza y en la que la esperanza, el tiempo, el delirio y el amor acompañan a Antígona en este viaje a través de su sombra, donde se encontrará con diversas personas que de alguna manera u otra han marcado su vida. Se trata, sin duda, de un gran referente para el mundo de las artes escénicas.
El reparto cuenta con la actriz Ana García, que se encargará de dar vida a Antígona, una mujer que "encuentra espacios de tiempo en su delirio con los que poder renacer". En esta versión se representa a uno de los personajes femeninos de la cultura grecolatina que más veces ha sido interpretado en el Teatro Romano.
Papel de la mujer
Según ha indicado el director del certamen, Jesús Cimarro, este año se le quería dar todo el protagonismo a la mujer, por lo que cierra sus funciones con una obra escrita por una autora. «No podíamos clausurar esta edición del festival dedicado a la figura de las mujeres y las heroínas de ayer y de hoy con un espectáculo más significativo y simbólico», ha señalado. Además, cuenta con una directora y dos mujeres que firman esta versión, protagonizada por uno de los grandes personajes femeninos de la cultura grecolatina.
Nieves Rodríguez, coautora del texto junto a la directora Cristina D. Silveira, ha admitido que «una cosa es estudiar a María Zambrano, otra es escribir a partir de su filosofía y otra diferente es intervenir su palabra, si es que puede ser intervenida». Rodríguez continuó diciendo que «María Zambrano se presta más que a la palabra al silencio; y en ese sentido, Cristina, desde la danza, es una maestra».
Por su parte, la actriz y coprotagonista Ana García ha agradecido que Zambrano haya llegado a ella pues «es un texto para cerrar el libro y abrazarlo y sentir lo que ella te va diciendo». La actriz ha comentado a su vez que hay que pararse a escuchar las palabras de Zambrano: «Escuchar y dejar de hacer para ser». Su intención es «conseguir abrir la palabra de María».