Festín de madrugada
Esto es lo que cenaron Springsteen, Obama y Spielberg en el restaurante Amar de Barcelona
El músico se sentó a cenar con sus amigos y las parejas de los tres en el conocido restaurante de la ciudad condal
Patricia Castán
Nadie diría que era pasada la medianoche cuando los platos empezaron a llegar a la mesa más VIP que se ha visto en mucho tiempo en un restaurante barcelonés. Como si hoy no tuviese el primer concierto de su gira europea, Bruce Springsteen se sentó a cenar con sus amigos Barack Obama y Steven Spielberg y las parejas de los tres en el restaurante Amar Barcelona dispuestos a un selecto festín donde no faltaron la gamba roja XXL de Roses y algunos de los platos distintivos del chef Rafa Zafra. No ha trascendido la factura que abonaron, pero el tíquet medio del establecimiento es de 180 euros por persona.
El grupo rehusó finalmente utilizar el comedor privado de 40 metros cuadrados y, aprovechando que a esas horas solo quedaban ya un par de mesas ocupadas, quiso cenar en el principal, al fondo, junto a la chimenea. Fue un ágape a la carta, aunque dejándose aconsejar en todo momento. Es más que posible que la elección del restaurante se debiera a la reciente visita al Amar del reputado cocinero José Andrés --toda una institución en EEUU, junto con los hermanos Adrià. Quedó tan encantado que con toda probabilidad lo recomendaría a Obama, con el que tiene relación.
Despliegue de manjares mediterráneos
El hecho es que el grupo disfrutó a lo grande con el repertorio de platos. En el restaurante que se define por "un sentimiento intenso de amor por el mar Mediterráneo, por Barcelona, su cultura y gastronomía", empezaron tomando unos ibéricos, anchoas con coca hojaldrada con aguacate, y una selección de ostras.
Pasaron después a degustar dos platos con el sello Zafra: la Tostada de pan brioche con mantequilla y caviar, y el famoso Bikini de salmón ahumado y caviar. No faltaron las Gambas de Roses XXL que selecciona como nadie la casa (uno de los socios, Anna Gotanegra es propietaria también de Estimar, en Roses, Barcelona y Madrid), y unas almejas, antes de llegar a dos pases del apartado de recetario catalán: Mongetes de Santa Pau con morrillo de atún y panceta ibérica, y Guisantitos con tripa de bacalao, bull negro y trufa de primavera.
Como principales, también compartidos, optaron por Lenguado a la Meunière clásica y un exclusivo plato fuera de carta de carne de wagyu. No perdonaron los postres, con una selección de Torrija XXL con helado de su embebido, Pastel de chocolate con galleta salada de turrón, Pastel de queso tibio y Fruta alegre.
Para beber no hicieron maridajes, sino que optaron por regar todo el festín con un mismo vino blanco: Sierra Cantabria Rioja.
El personal de la sala se sorprendió por la afabilidad del grupo, que se sintió como en casa. Hasta el punto de que Obama, teniendo en cuenta el horario casi 'afterhours' aceptó de buen grado hacerse una foto de recuerdo con sus amigos y el equipo del restaurante, agradeciendo el trato y la velada.
Se marcharon a las tres de la madrugada, difícilmente directos a la cama...
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