CULTURAL LEONESA: Leandro, Tameem, Santi Santos, Jordi César, Sultan (Viti, min. 51), Bardal, Iosu Villar, Gonzalo (Cristóbal, min. 64), Javi Navas (Babalola, min. 79), Tejedor, Aketxe.

CACEREÑO: Vargas, Palero, Gonzalo Mejías, Toni, Leo Ramírez, Cuerva, Pablo Gallego (Ale, min. 74), Amaro (Valverde, min. 59), Alvaro Ocaña (Kofi, min. 74), Aarón.

GOL: 1-0 (min. 91): Cristóbal.

ARBITRO: Corral García, colegio gallego. Amarilla a Aketxe, Javi Navas, Bardal, Gonzalo, Babalola (2, roja en el minuto 89); Valverde, Toni, Aarón, Palero (2 amarillas, roja en el 84.)

Una locura. Sólo así se puede definir el partido que sufrió ayer el CP Cacereño en tierras leonesas ante un equipo que se llevó la victoria en el último minuto con gol de Cristóbal.

Salió con un equipo muy físico el entrenador local, con laterales jugando de interiores para reforzar la defensa, un mediapunta muy bregador y un central en el doble pivote. Casi con la idea de ceder la pelota a un Cacereño que sin embargo nunca supo leer el partido en ataque y no aprovechó las facilidades locales en los primeros minutos.

Así la primera llegada con peligro fue de Sultán, uno de los laterales que jugaba de interior, aunque sin peligro alguno para un Vargas que después sí tendría trabajo. Sin embargo, la ocasión más clara en este arranque de partido fue para el central y capitán culturalista Santi Santos que se encontró con el balón en el área pero no supo resolver.

Acto seguido volvió a percutir la Cultural, esta vez con un balón que cazaba Aketxe en una de las jugadas más clásicas de la pasada temporada. Vargas, muy atento, tapó con su salida la bola y mantuvo el cero a cero en el luminoso del Reino de León.

A esas alturas, el colegiado Corral García ya daba las primeras muestras de que su partido pendía de un hilo y que en cualquier momento se le podía ir de las manos. Sendas tarjetas amarillas a los leoneses hablaban del poco talante dialogan del colegiado y de su facilidad para llevar la mano al bolsillo.

No pintaba bien el partido para un Cacereño que además veía como tenía que quedarse unos minutos sin el concurso de Amaro por unas molestias. Aguantó bien el Cacereño en la primera mitad bajando el ritmo ante un equipo muy sólido que sabía como hacer variar su juego para llegar sobre la meta de Vargas.

Una primera mitad muy desordenada y con poco ritmo. El dominio alterno hacía que ninguno se sintiese protagonista, en especial los centrocampistas que nunca se sintieron con la manija del choque.

SEGUNDA MITAD La segunda parte arrancó con el susto en el cuerpo para los verdes tras un remate de cabeza tempranero del defensa Tejedor que a punto estuvo de poner en ventaja a los suyos. Ahí ya dio síntomas la Cultural de que el partido empezaba a ser suyo. El segundo síntoma claro fue el cambio del catar Sultan por el canterano Viti.

El extremo leonés se convirtió en una pesadilla para la zaga verde que no supo como frenar su verticalidad y terminó pagándolo demasiado caro. La primera jugada fue a base habilidad para servir un centro medido que Gonzalo no remató bien tras hacer un buen recorte dentro del área. Posteriormente, el encuentro entró en un carrusel de cambios en el que la Cultural salió nuevamente reforzada a pesar del buen inicio de Carlos Valverde, que reaparecía.

La Cultural, a pesar de su falta de acierto seguía teniendo las mejores ocasiones. Primero Viti con una buena jugada que se marchaba alta en el disparo. Después el delantero centro Aketxe remató dentro del área pequeña por encima del travesaño de forma incomprensible para desquicio de una grada nerviosa.

La única llegada clara del Cacereño llegó precedida de un error de Julio César que aprovechó Valverde para plantarse ante Leandro. El guardameta se vio obligado a derribar de forma clara al sevillano aunque el colegiado no apreciase penalti. Fue sin duda la jugada clave.

Primero porque cambió el decorado para una Cultural que entonces decidió irse a por los tres puntos después de que el árbitro les perdonase la vida. Segundo porque los extremeños acusaron la ansiedad y los nervios y comenzaron a sufrir atrás.

Primero fue Babalola quien se plantó en el área con penalti pitado discutible para que Aketxe lanzase el penalti con una estirada magistral de Vargas que repelió el lanzamiento. Después el colegiado perdió los nervios por completo y decidió expulsar a Palero y Babalola. Fue minutos antes de que en la última jugada del partido, un balón sin aparente peligro lo controló Iosu Villar. Un cambio de ritmo, un pase entre tres sobre la espalda para que Cristóbal anotase.

Los cacereños, con miembros de su afición en las gradas, volvieron a sucumbir lejos del Príncipe Felipe pero quizás merecieron el empate. Y después de la cruel derrota, un largo viaje.