"Quizá aquí no tengamos tantos medios como en otras comunidades, pero está claro que somos gente peleona, de ahí los resultados". Estefanía Domínguez Clavo (Badajoz, 8 de febrero de 1984) no es una más entre la élite del triatlón extremeño. 'Fani', como le llaman, entre otros, su compañero de vida y de entrenamientos, Eloy Valle, arrastra una historia especial de lucha por un objetivo y amor por un deporte al que ha dedicado todo su tesón y su sacrificio durante los últimos 15 años. Antes fue nadadora del CN Badajoz, hasta que cambió de registro.

"Estaba estudiando Ciencias del Deporte en Cáceres y se me presentó la oportunidad de ir a Galicia". Allí, en el contexto del Ciudade de Lugo y del centro de tecnificación en Pontevedra, estudió, entrenó y ganó pruebas. Progresó muy adecuadamente. Disfrutó. Fueron seis años plenos de esfuerzo, con carrera universitaria, trabajo y triunfos incluidos, además de reiteradas convocatorias internacionales con España.

Pero aquello terminó y emprendió el camino de retorno. "Hace dos años decidí volver, supongo que porque creí que se había acabado una etapa. También, sobre todo, porque me tiraba la familia", cuenta con esponteneidad esta deportista componente del póker de figuras del triatlón regional que completan la futura olímpica, su paisana Miriam Casillas, de la que destaca su "lucha", la pujante placentina Raquel Mateos y la nueva sensación de este deporte en la región extremeña, María Rico, de Villalba de los Barros, reciente campeona de España junior de triatlón y duatlón cros en Almazán (Soria).

Los tiempos cambian

Estefanía Domínguez explica cuál puede ser el origen. "Ese éxito quizá sea porque hemos salido de manera espontánea y ahora estamos en auge. Entonces, cuando yo empecé, apenas había gente en esto en Extremadura. Ahora cada vez hay más. En su día recuerdo que entrenaba con gente mayor, pero ahora se puede decir que este deporte gusta cada vez más", cuenta.

Su hermana, Vanessa, también ha competido ("ahora está embarazada y lo ha dejado", revela Fani). Su pareja también está entre lo mejor del triatlón regional. Esa relación tan particular la ve ella así: "si no es por mi chico, que tira muchas veces de mí...", dice con cariño y en clave de agradecimiento. "Nos compenetramos bien", aduce. Y tanto: ambos han coincidido en, por ejemplo, revalidar títulos de campeones de Extremadura. El último título de Domínguez ha sido el Ibérico en Badajoz hace apenas dos semanas. Quizá el más importante fue el oro en el nacional de Triatlón Sprint en 2014.

En la trastienda

Ejerce de entrenadora también con grupos de deportistas que se preparan para diferentes citas. Incluso a niños. Todo por un deporte en auge del que ella es una referencia. Este fin de semana acudirá con su pareja a Coria, escenario del campeonato de Extremadura por equipos de este deporte.

En su niñez, hasta la adolescencia, antes de apasionarse por su deporte favorito, fue campeona regional de natación. Ahora, en la madurez, se mantiene entre las mejores del triatlón. ¿Hasta cuándo? "No lo sé", se sincera. De momento disfruta de cada momento, de cada carrera, de cada brazada. Estefanía Domínguez, un ejemplo, una deportista con mayúsculas, una triatleta que ama lo que hace. La delatan sus hechos... y sus palabras.