En Estados Unidos, un país que adora las historias de reinvenciones y segundas oportunidades, el Abierto de tenis se está confirmando como un maná. En el cuadro masculino, se desatan las pasiones por Juan Martín del Potro, ídolo en su año de regreso a la competición. En el femenino, la cenicienta indiscutible es Anastasija Sevastova.

La jugadora letona de 26 años, que apeó en segunda ronda aGarbiñe Muguruza, campeona de Roland Garros y tercera cabeza de serie en Nueva York, se ha asegurado este domingo su presencia en los cuartos de final tras derrotar 6-4 y 7-5 a la británica Johanna Konta, decimotercera clasificada en Nueva York. Como en sus tres partidos anteriores, Sevastova necesitó solo dos sets. Son sus primeros cuartos en un Grand Slam, en los que se medirá con Wozniacki. Todo un hito para alguien que hace dos años ni siquiera estaba en el circuito.

ESTUDIOS EN VIENA

Lo había estado, pero en el 2013 Sevastova decidió retirarse. “Ya no me divertía”, ha contado, rememorando aquel momento en que los problemas físicos se repetían, el tenis no le daba más que para rondar el puesto 150 en la clasificación mundial y decidió tomarse el 'break', abandonando el tenis e instalándose en Viena, donde empezó a estudiar gestión de eventos, pensando en dedicarse, quizá, a la organización de citas deportivas.

A la vez, seguía jugando un poco, dando algunas clases... Poco a poco el tenis “volvió a ser divertido”. Decidió regresar. Y desde que lo hizo en el 2015 ha ido subiendo sin cesar, desde el puesto 885 hasta el 48 con el que ha llegado a Nueva York.

NOVIO Y ENTRENADOR

Parte del éxito de esta segunda carrera lo atribuye a su relación conRonald Schmidt, que es su novio y su entrenador. Pero si tiene que identificar una clave apunta a que ha “madurado, física y personalmente”. “He visto que hay vida sin tenis y eso me ha ayudado”, ha dicho.

Ha aprendido también a no mirar demasiado en el futuro, centrarse en el día a día, en el partido a partido. Sabe que es “capaz de manejar mejor la presión”, aunque aún le queda dar algunos pasos para cerrar a la primera oportunidad sus partidos. Y su único lema esluchar. Quizá tiene que ver con sus raíces. “Letonia es un país pequeño al lado de uno tan grande como Rusia”, recuerda. “Somos fieros”.