Cuesta digerir una enormidad lo visto anoche en el Multiusos, donde el Cáceres Patrimonio de la Humanidad fue masacrado por el Cafés Candelas Breogán. El 50-113 final es la derrota más horrible --en números y en sensaciones-- que se recuerda de este club y de su extinto antecesor. Un resultado brutal que deja al descubierto definitivamente las numerosas carencias de todo tipo --también anímicas-- que tiene el conjunto de Ñete Bohigas. Queda mucho, pero o esto cambia de forma radical o está condenado a estar muy-muy-muy abajo.

Lo de la primera parte (22-55) anunció ya la mayor vergüenza que se haya podido sufrir en el baloncesto profesional cacereño, que ha cumplido ya más de un cuarto de siglo.

Con un juego anémico, sonrojante resultó la falta de acierto (solo dos canastas de dos puntos y cuatro triples al descanso), pero sobre todo la falta de intensidad y los numerosísimos despistes en defensa. Parecía un partido de seniors contra alevines. El Breogán hizo literalmente lo que quiso durante 20 minutos infernales.

No hay disculpa para este espectáculo por mucho que la plantilla de actual haya tenido recortes económicos y, como suele suceder en ese caso, se haya resentido su calidad. Tampoco son excusa las lesiones que se han sufrido hasta ahora. La imagen tiene que ser obligatoriamente otra que marcharse al intermedio con 33 puntos por debajo y esa impresión de indolencia que, con justicia, fue censurada con pitos desde la grada.

No tocó fondo el Cáceres en el marcador, por mucho que se cambiase constantemente de quinteto y Bohigas, sin duda en una de las situaciones más desagradables de su carrera, se desgañitase dando consignas que no parecían ser oídas. Por momentos pareció un equipo muerto, desahuciado, sin alma.

El 10-23 de final de primer cuarto fue solo el preludio de una pesadilla aún mayor en el segundo, con un naufragio indescriptible. A los 13 minutos la diferencia era ya de 20 puntos; a los 17, de 30... Los triples de Rakocevic y Sergio Pérez en el último minuto antes del descanso adecentaron un poco la indecencia.

Así de negrísimas las cosas, el interés quedó en saber en qué acabaría el destrozo y si alguien sacaría el orgullo. Los 40 se alcanzaron pronto (26-66, min. 23), mientras que los 50 se resistieron un poco más, ya en el último cuarto (40-91, min. 32). Y a falta de 1.55, los 60 (48-109). Una tortura para cualquiera que ame el basket de esta ciudad.

FICHA

CÁCERES - 50

BREOGÁN - 113

Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Marco (1), Rakocevic (13), Toledo (0), Sergio Pérez (16), Marcius (8) --cinco inicial-- JC Fuller (0), Chacón (0), Corrales (0), Cano (3), Parejo (7), Nathanaelsson (0), Riauka (2).

Cafés Candelas Breogán: Huertas (17), Geremipoor (13), Arco (8), Franch (15) Gilling (15) --cinco inicial-- Fernández (2), Cruz (17), Fakuade (15), Quintela (9), Ruiz (2).

Árbitros: José Vázquez y Christian García. Eliminado: Fernández (min. 40).

Marcador por cuartos: 10-19, 22-55 (descanso), 40-88 y 50-113 (final).

Pabellón: Ciudad de Cáceres.

Espectadores: 800.