Había, sin mucha fe en ella, una mínima esperanza en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad de que la rodilla izquierda de Dani Martínez no estuviese completamente hecha cisco, pero no. Ayer se confirmaron los peores diagnósticos previos: tiene totalmente roto el ligamento cruzado anterior y edema óseo en el margen posterior de ambos platillos tibiales. Eso supone que estará como mínimo medio año alejado de las pistas de baloncesto, aunque luego el tiempo puede fluctuar dependiendo de muchas circunstancias.

La temporada, por descontado, se le ha terminado al alero catalán, que sufrió la lesión en el partido del viernes ante el Sammic Hostelería. Ya en ese momento, por sus gestos y el silencio que se hizo en el pabellón, pareció claro que se trataba de una dolencia especialmente grave. Tiene 23 años todavía y todo un futuro por delante, pero esto ha sido un golpe muy duro para él y sus personas más cercanas.

Martínez fue sometido a una resonancia magnética el martes, ya mentalizado de que no iban a llegar buenas noticias tras ello. Hace dos años sufrió el mismo problema, aunque en su rodilla derecha, lo que supuso un momento traumático en su trayectoria. Sin embargo, consiguió recuperarse bien y lucir lo suficiente en el Tarragona, de LEB Plata, como para recibir la llamada del Cáceres un escalón más arriba.

SENSACIONES IDÉNTICAS / Según contaba a sus propios compañeros todavía en caliente, las sensaciones que tenía eran más mismas que cuando se produjo la anterior lesión. Por lo que se afirma desde dentro del vestuario, el chico está bastante entero pese a lo complicado que está resultando encontrarse con una dolencia así por segunda vez, aunque sea en articulaciones distintas. Ya se han realizado incluso gestiones para que sea operado por un médico de su confianza en Barcelona en aproximadamente dos semanas. Después, le espera mucho gimnasio, piscina y, finalmente, el parquet. El mismo camino de Sergio Llull desde que también se rompió el ligamento cruzado anterior el pasado verano.

La duda es ahora qué hará el Cáceres con la situación de Martíenz. En ocasiones los clubs suelen tener la deferencia de renovar automáticamente a un jugador que se ha lesionado de gravedad para no dejarle desamparado, pero eso, por poner un referente cercano, no se produjo la pasada campaña con José Antonio Marco, baja de larga duración por una trombosis en la zona del costado. El club extremeño optó por dejarle vía libre.

En el caso de Dani Martínez, su rendimiento estaba siendo más que satisfactorio y hasta había quien lamentaba no haberle firmado por dos temporadas en lugar de por una.

WARREN WARD / El suyo no es el único caso médico que tiene el Cáceres encima de la mesa. Warren Ward, que sufrió una lesión también de rodilla hace un mes ante el Huesca, no termina de tener un diagnóstico claro sobre lo que le sucede y el tiempo de recuperación. Por ello también fue sometido a una resonancia magnética al mismo tiempo que Martínez y todavía tienen que conocerse sus resultados.