Tuvo un día feliz ayer Mamen Blanco. Cuando estaba en sus clases de 2º de Bachillerato en Plasencia, su ciudad natal, llegó la noticia de que había sido seleccionada por la Federación Española de Baloncesto para participar en una concentración preparatoria para el próximo Europeo de categoría sub-18.

La base, jugadora del Miralvalle, recibía este reconocimiento con entusiasmo. «Es como si me llamaran por primera vez. Tengo muchos nervios», contaba a este diario. Hace dos años se proclamó campeona continental con la selección sub-16 y ahora espera, como mínimo, poder estar en la cita de Udine (Italia) para intentar repetirlo. De las 15 concentradas se quedarán fuera tres.

«Lo que quiero es dar el máximo», proclama, destacando el hecho de haber sido llamada «porque sabemos que estando en Extremadura es más difícil que vean tus partidos».

Blanco ha tenido durante estos últimos años ofertas para marcharse lejos de Plasencia, incluso a Estados Unidos, pero prefirió quedarse. «Ahora estoy viendo que permanecer aquí ha sido algo acertado. No me equivoqué. He estado muy a gusto jugando en mi club de siempre», comenta. Ahora se avecina el momento del adiós: acaba sus estudios de Bachillerato y empezará una carrera que no será, seguramente, ninguna de las que se ofertan en la ciudad placentina.

«No sé exactamente lo que haré. Creo que algo relacionado con la salud, pero todavía no lo tengo del todo claro. Tendré que evaluar el tema de los estudios y también cómo pueda encajar el baloncesto en ellos», afirma.

En el combinado español sub-18 coincidirá con un entrenador extremeño, Jacinto Carbajal, que acaba de abandonar el Al-Qazeres para fichar por el Campus Promete. Será uno de los ayudantes de Mario López, el técnico del Gernika Bizkaia.