Manu Obando tenía 16 años, era cadete y jugaba en el Flecha Negra. Fue a hacer una prueba por el Real Madrid en Valdebebas. «Estuve una semana y la experiencia fue inolvidable porque ya entrenas todos los días, vas al gimnasio...eso no te vuelve a pasar en la vida», declara el futbolista pacense para añadir que «el Real Madrid estaba interesado, me hizo una oferta pero mis padres, con el tema de los estudios, porque siempre me han inculcado que los estudios son lo más importante, decidieron que lo mejor era que me quedase en Badajoz».

Y siguió en el Flecha hasta que este año firmó por el juvenil del Badajoz. El pivote defensivo pacense, que ahora tiene 18 años, que debutó el pasado lunes con el primer equipo en la goleada ante el Atlético Sanluqueño (4-0). Obando estudia fisioterapia y trata de compaginarla con el fútbol. «Hay que aprovechar al máximo las horas libres para poder estudiar y así poder jugar al fútbol. Mi objetivo es ser médico. Estudié fisioterapeuta y repetí la EBAU para empezar a hacer medicina».

En el fútbol no se marca metas a largo plazo. «Seguir trabajando, dar el máximo y aprovechar las oportunidades cuando se den. Estoy muy contento de estar en el Badajoz y me gustaría seguir entrando en la dinámica de Nafti. Siempre hay que pensar de dónde vengo, que es del juvenil, y dar las gracias al cuerpo técnico y a mis compañeros porque no habría podido debutar sin ellos. Es un gran paso porque nunca habría imaginado cuando empecé con los juveniles en septiembre que pudiese debutar con el Badajoz en Segunda B en enero. Incluso estar en los entrenamientos es una oportunidad que todo el mundo no la tiene».

De su debú, se siente «muy contento y agradecido al entrenador por darme la oportunidad» y añade que «estaba nervioso hasta que entré en el campo y me sentí cómodo porque desde el primer día el equipo siempre me ha ayudado, me ha arropado, es un grupo que está muy unido y me ayuda en todos los entrenamientos, me dan consejos... Mis compañeros me dieron la enhorabuena por el debú y me dijeron que ese partido era el primero de muchos».

Sorpresa

Le sorprendió estar convocado «y se lo conté a mis padres, que están muy orgullosos de mí. Al principio no pensé que pudiera jugar porque es muy complicado debutar en Segunda B, pero al final cuando el equipo estaba marcando goles, haciendo las cosas bien y vinieron los cambios pude debutar. Todo ha salido mejor de lo esperado por ser con victoria, en el estadio y que mi familia y amigos hayan podido verlo».

¿Cómo es Mehdi Nafti? «Desde el primer día se preocupó por mí, me atendía y aunque es un hombre muy serio que le gustan las cosas bien hechas y que se hagan con una concentración e intensidad óptima y se lleve todo al milímetro. Estoy orgulloso de que se haya fijado en mí por lo que supone para la cantera».

Nafti dijo de Manu Obando que «yo no regalo nada y se lo dije al chaval. Desde que volvimos de las vacaciones de Navidad, está muy comprometido, estudia pero le gusta mucho el fútbol, es muy intenso y se lo ha ganado él. No soy amigo de nadie pero me gusta estar interesado en los jóvenes y si el chico se lo merece, a jugar».

Preguntado Manu Obando por lo que ha visto de él, «trabajo, trabajo y trabajo. Intento dar el máximo en los entrenamientos». Es un pivote defensivo, «que esta temporada he estado jugando de medio centro defensivo pero también me siento cómodo de central. En el juvenil A del Badajoz estamos muy unidos y damos el máximo para intentar ascender».

Su técnico en el juvenil A, Miguel Espejo, espera que Obando «siga trabajando como lo está haciendo al igual que sus compañeros. El premio de debutar con el primer equipo es la recompensa al trabajo, estamos muy contentos y orgullosos de él y esperemos que siga por ese camino porque se merece todo lo bueno que le pase».

Espejo le aconseja tres cosas, «trabajo, humildad y sacrificio» y en esa senda seguirá su camino el joven futbolista pacense, consciente de que el Badajoz «es un equipo competitivo con jugadores muy buenos que trabajan todos los días para entrar en el once y es complicado».