Tras dormir muy poco en los últimos días y someter a dos horas de ejercicios e instrucciones a los jugadores del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, Roberto Blanco Claro (Plasencia, 27-2-1976) habla como nuevo entrenador de un equipo que tendrá que luchar por la permanencia en la LEB Oro. Es el mayor reto de su vida deportiva, hasta ahora bastante alejada de los focos, pero lo encara con aparente naturalidad.

-¿Cómo se siente ahora?

-Pues es en la pista donde me siento más a gusto, tanto cuando jugaba como ahora como entrenador. Después de las 24 horas que llevamos, estaba deseando que llegase el momento de estar con los jugadores ahí.

-Esto… ¿es un ‘marrón’ o una gran oportunidad para usted?

-Es el momento que ha llegado y que hay que afrontar. Los entrenadores estamos para este tipo de situaciones. No es la elegida, pero sin duda puedo intentar dar un salto importante en mi carrera como entrenador.

-¿Qué va a cambiar con usted en la dirección?

-Voy a intentar trabajar en la línea de entrenadores con los que he estado, como Carlos Frade, Iván Déniz y otros tantos. Lo que he ‘mamado’ es lo que voy a intentar plasmar en la pista. Hay que hacer un cambio de ‘chip’ mental y enseñar a los jugadores lo que estaba fallando y lo que pueden hacer.

-¿Y qué cree que estaba fallando hasta ahora?

-Hemos entrado en una nebulosa. Los jugadores se han bloqueado en muchas situaciones y no han sabido salir. Vamos a intentar cambiar algunas cosas tácticas, porque cada uno tiene su filosofía, pero no variar todo en cuatro días.

-¿Le resulta delicado sustituir a una persona con la que ha trabajado en los últimos años como Ñete Bohigas?

-Por supuesto. Es una situación a la que nadie quiere llegar. A todos nos gustaría empezar un proyecto desde el 1 de julio. Hemos estado cinco años y medio con sus altos y sus bajos, con la relación buena en casi el 90% de los momentos. Nada más. Yo ya solo puedo pensar en el futuro.

-¿No teme que se le reproche su falta de experiencia como primer entrenador a este nivel?

-Es lo lógico y normal. Hay mucha gente que no me conoce y no me ha visto a dirigir un entrenamiento o un partido. Es normal que se pregunten que quién es Roberto, este chico de Plasencia.

-¿Cuáles son sus cálculos para asegurar la permanencia? ¿12, 13, 14 victorias?

-El ‘cholismo’, el ‘partido a partido’ ha hecho mella a los entrenadores de cualquier deporte en España. El partido es el del viernes ante el Barcelona B.

-¿De verdad que en principio no habrá cambios en la plantilla?

-Tenemos varias reuniones por delante y tenemos que valorar la posibilidad de reforzar el equipo, si se puede, pero lo primero que he intentado es transmitir calma a los que están, que tengan confianza y que vamos a intentar sacar la situación con lo que hay. Pero no podemos obviar la posibilidad de estudiar el mercado e incorporar algún jugador.

-¿Realmente la presencia efectiva de un jugador como Andy Mazurczak le va a cambiar tanto la cara al equipo? Bohigas lo ha dicho hasta el último día…

-Es un grandísimo jugador, pero lo decimos por haberle visto jugar en vídeo. Es un jugador más de la plantilla que tendrá que demostrar esa calidad en la LEB Oro, que no es nada fácil.

-El reiterado déficit en el rebote no parece culpa de la presencia o no de un base…

-Hay muchas cuestiones tácticas al respecto, predisposiciones defensivas a las que tendremos que dar una vuelta de tuerca. No es solo una cuestión de actitud o de querer coger un rebote.

-¿Veremos a un Cáceres con un ritmo más alto de juego? ¿Se lo puede permitir físicamente?

-Hemos tenido juego alegre muchas veces, pero en algún momento los jugadores se han encorsetado con algún sistema. Quiero dar más importancia a la individualidad para lo colectivo y que sobre todo la salida del balón sea infinitamente más rápida y jugar más conceptos. Físicamente el equipo está bien.

-¿Qué le dice a quien dude sobre ir el viernes al partido ante el Barcelona B?

-Que si viene, va a ver un equipo que no le va a ser indiferente. Siempre intento que mis equipos no sean unidireccionales. El viernes empezaremos a demostrárselo a la afición cacereña.