Vale, vale. Por mucho que el deporte masculino y el femenino se vayan equiparando, no es lo mismo la Copa del Rey de basket que la Copa de la Reina por muchos aspectos. Quizás dentro de 10, 20 o 50 años sea así (ojalá, hermanas), pero habrá que esperar. Sin embargo, las diferencias se van acortando y las historias paralelas que contiene una cita así no son en absoluto peores. Echemos un ojo a unas cuantas...

La de Jesús Sánchez tiene su miga hasta morbosa. Resulta que bajo su dirección el Nissan Al-Qázeres acabó séptimo la primera vuelta y se clasificó para Vitoria, pero a las pocas semanas dimitió por ‘diferencias’ con una parte de la plantilla. Pero el destino ha hecho que sí acuda a la capital vasca... dirigiendo al equipo infantil del club que disputará la Txikicopa, la versión del torneo para categorías inferiores. Ha sido encuadrado en el mismo grupo que Zamora y Mann Filter, a los que se medirá esta mañana (9.30 y 11.30) con el objetivo de lograr un puesto en semifinales. «Es algo muy especial para las niñas estar aquí», comenta con su clásica tranquilidad. No quiere alimentar polémicas sobre asuntos pasados que ya no se pueden cambiar. Y pocos desean más que él derrotar a Perfumerías Avenida.

Su ayudante con las infantiles es Carmen Cambero, una pívot malpartideña que participó en el primer ascenso del Al-Qázeres a Liga Femenina, en 2014, y que ha continuado echando una mano en su filial de Primera Nacional. Pues bien: ha entrado en la convocatoria de Ángel Fernández junto con su compañera de equipo Marta Sanz. Será difícil que jueguen algún minuto, pero les hace una ilusión bárbara. «¿A quién no le gusta estar aquí? Para mí es muy bonito. Siempre me han quedado las ganas de vivir esto de forma más intensa de lo que lo vengo haciendo», cuenta.

Aficionados ‘héroes’

Con lo lejos que está Vitoria y lo complicado que lo tiene el representante extremeño, es emocionante que un grupo reducido de sus aficionados vaya a viajar para apoyarlo en el remozadísimo Mendizorroza, un pabellón con aroma ‘vintage’ pero al que se le ha metido un buen dinero para adecentarlo. Una versión más potente de lo que para Cáceres sería el Municipal Serrano Macayo.

Entre los escasos seguidores que tendrá el Nissan Al-Qázeres está Javier Jiménez, que se desplazó ayer para seguir la Copa en su totalidad, sin perderse un solo detalle de los siete partidos. «Ya estuve en Girona hace dos años y estoy encantado de repetir», cuenta. A su lado estuvo ayer el popular José Luis Leo ‘Cinturita’, habitual ‘speaker’ en los partidos de las cacereñas y que también vive a tope el evento. Su esposa, Tere Jiménez, es la responsable de comunicación del Al-Qázeres.

Desde Cuenca llegó también otro cacereño como Gonzalo Bachiller, un aspirante a periodista en la UCLM que es un auténtico ‘loco’ del baloncesto femenino. Colabora en ‘Al ritmo del aro’ y también ayudará en la retransmisión que realizará esta tarde Canal Extremadura Radio con Francisco José Pacheco como narrador. Tampoco faltará el micrófono del infatigable Andrés Campos en Radio Marca. Leticia Antúnez ha sido la enviada especial de Canal Extremadura Televisión.

Se espera para hoy a Julio Martínez, uno de los impulsores del restaurante El Montaíto, el lugar donde suelen comer las jugadoras y que se ha convertido en uno de los hinchas más acérrimos del equipo. No serán muchos más. Quizás algún día, como pretendió recientemente, Cáceres organice su primera Copa de la Reina y muchos de sus aficionados puedan seguir en vivo cómo, poco a poco, el torneo se va pareciendo más al masculino...