Los encargados de logística de de viajes del Barcelona pueden empezar a mirar vuelos y hoteles en abundancia en el nordoeste de Inglaterra. Si el afán por la Champions demostrado hasta ahora por los jugadores se concreta en acierto, el equipo de Ernesto Valverde repetirá visita inglesa. Primero, a Manchester, a un escenario sublime como Old Trafford para combatir con el resucitado United en cuartos de final. De superarse, de echar del cuadro al conjunto que ahora dirige el noruego Ole Gunnar Solskjær, otro estadio no menos legendario, el Anfield de Liverpool, aguardaría presumiblemente después en semifinales. El Liverpool es claro favorito en su emparejamiento ante el Oporto. La ruta hacia el Wanda, a la final del 1 de junio, se presenta, pues, apasionante y con acento inglés.

La confrontación mediática entre Messi y Cristiano Ronaldo deberá esperar. Hasta la final no podrán encontrarse, según deparó el sorteo celebrado ayer en Nyon. Tampoco podrán medirse en duelo táctico las pizarras de Valverde y Pep Guardiola hasta el Wanda. En la otra parte del cuadro aparecen los duelos Ajax-Juventus y Tottenham-Manchester City.

No se le ha abierto al Barça una vía fácil, ninguna lo podía ser a estas alturas, aunque como mandan los cánones profesionales, ahora mismo no conviene mirar más allá del Manchester United. Es pertinente recordar que el Barça se ha desvanecido en cuartos en las tres últimas ediciones.

No era el United el peor de los rivales. Tampoco el más accesible. Es un emparejamiento digno de unos cuartos de final de Champions. La institución del United proporciona embalaje glamouroso a la cita europea, con una historia densa en leyendas y, actualmente, con una parrilla de futbolistas conocidos y caros, como Pogba, Rashford y Lukaku, que animan a desplazarse a la silla del Camp Nou. A la vez, se presenta como un contrincante asumible para la potencia detonadora del equipo azulgrana. ¿Qué más se puede pedir? La ida, en Old Trafford, será el miércoles 10 de abril y la vuelta en el Camp Nou, el martes 16 de abril. Con suerte, con el francés Dembélé ya recuperado de sus achaques.