Debería existir en el Francisco de la Hera un cartel de grandes dimensiones que dijera: «Se buscan goles con urgencias». Eso de marcar con asiduidad se le está olvidando a un Extremadura que no termina de salir del pozo, precisamente, por la falta de potencial rematador. En el entorno del club azulgrana evitan acordarse de Enric Gallego, quien con 15 tantos sigue encabezando la tabla de máximos goleadores en Segunda. Y eso que hace nueve semanas que se marchó a Primera División. Su ausencia se ha convertido en casi tragedia para el Extremadura, que sin embargo no pierde la fe en recuperar los goles perdidos.

Las estadísticas nunca engañan. El Extremadura acabó la primera vuelta de la competición en descenso, pero siendo el tercer máximo realizador con 28 dianas, solo por detrás de Deportivo de la Coruña (31) y Albacete (30). En lo que va de segunda vuelta, el Extremadura es el segundo peor equipo con registros goleadores. Solo cinco dianas en nueve partidos, un dato que tan solo empeora el Nástic de Tarragona, que ha marcado cuatro goles en esta segunda parte del campeonato.

Es una evidencia que la falta de gol ha mermado el potencial de los azulgranas en la segunda vuelta. Nadie puede sustituir a Enric Gallego en cifras, pero desde el club siguen esperando a que los delanteros actuales empiecen a destapar el tarro de las esencias. De momento, entre Ortuño, Schahin, Chuli y Willy, los cuatro delanteros actuales del plantel, solo han marcado cuatro goles. De los cuatro, Willy es el que más ha metido con dos dianas. Ortuño ha marcado un gol en sus seis partidos. Chuli ha marcado un tanto en 22. Y Dani Schahin todavía no se ha estrenado, aunque es el que menos ha jugado de todos.

Manuel Mosquera los arropa a los cuatro y señala que todos le dan «características distintas al equipo». El técnico gallego confía ciegamente en los cuatro, pero la afición espera mucho más. El llamado a romper más datos es Ortuño, que marcó su único gol con Las Palmas. El atacante, cedido por el Albacete, no pudo jugar el último partido. Sus cifras en la categoría dan pie a la esperanza, pero no pasa por su mejor momento, aunque el jugador ha confesado estar tranquilo: «Las oportunidades llegan y solo falta acertar con el agujero», ha dicho en alguna ocasión.

También se esperan cosas de Dani Schahin, baja de última hora en Albacete por un problema de rodilla que no reviste gravedad. Necesitó tres semanas para ponerse en forma tras llegar inactivo. El idioma es su gran hándicap.

Chuli y Willy llevan desde el inicio. El primero volvió a ser titular el pasado fin de semana en el Carlos Belmonte. Su único gol se remonta a septiembre en el Wanda Metropolitano, en la goleada del Extremadura a domicilio ante el Rayo Majadahonda. Por su parte, Willy anotó dos y, pese a ser etiquetado siempre como el último de la fila, sus minutos en Albacete demostraron que tiene cuerda y empuje para estar por delante.

Segunda línea

Mientras el Extremadura espera que lleguen los goles de sus actores principales de la delantera, son los actores secundarios, los centrocampistas y ‘trescuartistas’, los que mantienen vivo al equipo en materia ofensiva. Con cinco goles, Kike Márquez se ha quedado como máximo realizador del equipo de los que están en plantel. Le sigue con tres dianas Gio Zarfino, que se ha destapado como un gran llegador desde la segunda línea. Otro hombre como Tienza lleva dos goles, ambos de cabeza. Perea, Valverde, Barrera y Granero son los que completan la faceta goleadora con tantos aislados.

La falta de gol es una de las grandes preocupaciones que nace también de la falta de llegadas a área contraria. Al Extremadura le está costando enlazar oportunidades y su bloqueo ofensivo aparece cuando rebasa la línea de tres cuartos, algo claramente a mejorar.

Amistoso

El Extremadura ha iniciado el trabajo en la ciudad deportiva en una semana atípica, sin partido, ya que sumará los tres puntos de su cruce con el Reus. Para no perder comba, el equipo jugará un amistoso el próximo jueves en Valencia ante el Levante. Será por la mañana (posiblemente a las once), a puerta cerrada en el Ciudad de Valencia.