Puede que sea el partido más determinante de los últimos años para el Diocesano de División de Honor juvenil. Será el próximo sábado en los campos Manuel Sánchez Delgado (16.00 horas) ante el Rayo Majadahonda, octavo con 33 puntos.

El equipo colegial apenas tiene red. No puede fallar. El doloroso tropiezo del pasado fin de semana ante el Alcorcón (2-1), hoy por hoy su rival más directo, hace que se la juegue el cuadro que entrena Adolfo Senso. A falta de tres jornadas, el equipo cacereño suma 27 puntos (puesto 13), dos menos que el Alcorcón, y vencer al Majadahonda se ha convertido en misión perentoria.

Se quiere tener el máximo apoyo posible en la grada para que los juveniles colegiales se motiven especialmente. Vencer puede situar a los extremeños fuera del descenso de nuevo, ya que el Alcorcón juega ante el Real Madrid, segundo en la tabla y que aún aspira a ser campeón. Además, en esta jornada hay otro duelo directo por la permanencia entre el Unión Adarve, por detrás del Dioce pero con idéntica puntuación, que recibe al Amistad (31 puntos), que podría verse implicado también por abajo.

Los cálculos echan humo durante las últimas semanas. Y es que en las dos siguientes jornadas se visita al Rayo Vallecano, teóricamente complicadísimo para puntuar, ya que los madrileños son terceros, y se termina en casa ante el Almendralejo, ya descendido. Con el Extremadura (sensacioal quinto puesto) y el juvenil del Badajoz, ascendido este fin de semana, el Diocesano quiere seguir siendo el más longevo en la élite. Pero ya lo sabe: está al filo de la navaja.