De la esperanza floreciente a la más profunda decepción después de 40 minutos. O no tanto: de 20. Es lo que se respira en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad y su entorno, herido, quizás de muerte, por el sonrojante partido que firmó el miércoles en Prat (95-66, 59-29 ya al descanso). Una gran oportunidad de salir de la zona de descenso --enfrente estaba el colista-- se convirtió en una pesadilla que ha hecho temblar, una vez más, los frágiles cimientos de esta temporada que de momento es para el olvido.

El propio entrenador del Cáceres, Roberto Blanco, pidió disculpas públicamente a la afición por lo sucedido. «No se merecen la imagen tan ridículo que hemos mostrado. Siento mucha pena por la gente que está sufriendo por lo mal que lo hemos hecho», señaló, minutos después de lo que un conocido aficionado y colaborador televisivo, Felipe Criado, ha bautizado como ‘el día de la infamia 2’, prolongación de lo sucedido hace tres años frente al Breogán en el Multiusos. Aquel 50-113 es todavía la diferencia más abultada en la historia de la LEB Oro, pero las sensaciones negativas del miércoles en Prat no se quedaron muy atrás.

Indignos de la camiseta

Blanco llegó a decir que «no hemos sido dignos de llevar la camiseta de un club como el nuestro». «Ha habido un equipo que ha demostrado que se jugaba la vida, que ha salido con la garra que se necesita en un momento tan delicado. No hemos sabido contener ese ímpetu y ese buen juego», analizó. «En transición y tiros liberados, que lo teníamos hablado, nos han destrozado», añadió. «Tristemente el partido se ha acabado en la primera parte, pero en la segunda hemos seguido jugando realmente mal», consideró.

Sin embargo, después de la rajada, el técnico prefirió mirar en positivo. Por un lado, la zona de salvación sigue estando a una sola victoria, la que separa de un equipo al que se tiene ganado el ‘average’ como el Barça B. Por otro, existe la posibilidad de curar la herida muy pronto: el domingo, a las 12.30 horas, el Cáceres recibe a uno de los ‘grandes’ de la competición, el Bilbao Basket. «Solo espero que el equipo le pida disculpas a la afición demostrando que se la merecen, devolverles lo que hemos perdido ante el Prat: el espíritu combativo. Tiene que ser una historia distinta», deseó, pronosticando «la lucha por la permanencia más complicada de la historia de la LEB Oro».