Nelson Mandela lo dijo una vez: «La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre». Solo aquellos que se levantan, una y otra vez, demuestran con fuerza de qué pasta están hechos. Que le llamen el ‘Emperador’ no es algo casual. José Antonio Pardo es un tipo duro, consecuente y autocrítico. «Lo principal en esta vida es no autoengañarse. Si he llegado hasta aquí es porque he sido muy crítico, incluso conmigo mismo. No miro ni a izquierda ni a derecha. Solo al frente para mejorar lo que hago mal y saber que puedo dormir tranquilo cada noche», reconoce.

En tan solo un año, Pardo ha pasado de estar hundido en el ostracismo por una fascitis plantar que amenazaba con cortarle su trayectoria profesional a ser uno de los indiscutibles de este Extremadura en Segunda División. «Fueron tres meses y medio muy duros. De los momentos más complicados porque nunca había tenido una lesión importante. Luego, cuando me recuperé, también me costó adaptarme a la nueva categoría. Pero ahora puedo decir que estoy en el mejor momento de mi vida y de mi carrera. Me siento con confianza y trato de que sea muy difícil superarme en cada duelo». El mejor Pardo ha vuelto.

Goles de triunfo

Cuatro goles lleva de azulgrana en sus dos temporadas. Y cada vez que marca, el Extremadura gana. El año pasado marcó dos en liga regular en los triunfos ante Marbella y Granada B. Pero, sin duda, el más recordado será el gol del ascenso ante el Cartagena. En La Rosaleda, Pardo se estrenó como goleador de plata.

Para el valenciano, el equipo ha elevado su intensidad y seguridad en defensa. Y tiene clara la receta para buscar la salvación: «Trabajamos del primero al último. Somos muy intensos. Si perdemos eso, perderemos la identidad del Extremadura y saldrán las carencias. Si cada jugador asume su rol y trabajamos para el equipo, veremos el Extremadura que estamos viendo». Palabra del ‘Emperador’. Palabra de Pardo.