Los tres puntos del primer partido ante Sudáfrica han generado un clima de alivio en la concentración de la selección española en Villeneuve D’Asq, donde el equipo de Jorge Vilda ha preparado desde el domingo el encuentro ante Alemania. Puntuar en uno de los dos partidos abre el camino de los octavos de final, pero la siguiente cita se antoja más complicada aún.

Las germanas, segundas del ranking FIFA y una de las favoritas al título, pondrán a prueba el que hasta ahora era plan B de La Roja con la entrada de Nahikari y la apuesta por la contención en el centro del campo, con un once que será más similar al de la segunda parte del debut. El equipo de Vilda apuesta por la unión y el trabajo de la medular como única forma de parar a un duro rival, que sin embargo «no intimida».

Potencia, fuerza, calidad, equipo… Los conceptos que se escuchan sobre el rival de hoy (18.00 en el estadio Hainaut de Valenciennes) invitan a pensar en un gran respeto y la intención de que hay que hacer el partido perfecto. Vilda destacaba que ganar a Alemania sería hacer historia. «Pero hemos venido a hacer historia», explicaba, al tiempo que dudaba de la ausencia por lesión de la estrella rival, Dzsenifer Marozsán, clave en un centro del campo muy rocoso.

Desde el banquillo español aguarda la segunda línea de la que tanto se espera tras los trabados primeros minutos ante Sudáfrica. Aunque Lucía García fue el revulsivo que provocó la remontada, es Nahikari la jugadora más aclamada para el once titular. Jenni Hermoso pidió su presencia dos veces esperando tener una jugadora que fije a la defensa. La delantera de la Real Sociedad está preparada para partir esta vez de titular con las expectativas de conocer si ese Plan B funciona como Plan A.