Nada le gusta más a un entrenador que ganar. Y Jacinto Carbajal (Cáceres, 1980) es un hombre feliz ahora. En abril logró subir a la Liga Femenina Dia con el Campus Promete de Logroño y estos días disfruta de una época tranquila en su ciudad natal. Le espera el fragor de la competición, pero antes de ello reflexiona sobre su reciente éxito y, más atrás, alrededor de su larga etapa al frente del Nissan Al-Qázeres.

-El logrado en San Cristóbal de La Laguna fue su tercer ascenso a la Liga Femenina Dia. ¿Se ha convertido en un especialista?

-Se nos da bien. En cada fase que he estado, cinco en total, he llegado a la final, y en las tres últimas he tenido la suerte de subir. El que recuerdo con más cariño quizás es el que conseguimos en Logroño, en 2014. En el segundo, que conseguimos aquí, en Cáceres, había mucha presión, después de descender. Empezamos muy mal, perdiendo, pero se sacó hacia delante. Fue un alivio. Este último, con el Campus Promete, también fue el deber cumplido, en un club con muchos recursos y con el mejor equipo de la competición. Estoy muy contento por cómo se ha conseguido: con mucha solvencia, jugando muy bien. También ha sido bonito por haberlo hecho en otro sitio.

-¿La temporada ha sido tan plácida como parece? Solamente dos derrotas tras 30 partidos, cuatro victorias holgadas en la fase de ascenso…

-La fase sí ha sido tranquila. Todo ha salido muy rodado y eso nos ha permitido disfrutar.

-¿Cómo se administra la presión de tener que subir?

-Al final de lo juegas todo en un día. Hubiese sido un palo muy gordo no lograrlo. Para eso trabajas todo el año, gestionando eso. Al final tienes mucha experiencia en cómo llevar un equipo de Liga Femenina 2 al mejor momento cuando se está jugando todo. Hemos ido de menos a más, sabiendo sobrellevar un momento crítico con las lesiones. Estuvimos un mes sin cuatro titulares, pero hasta eso nos ha ayudado.

-¿Seguirá en el Campus Promete? No es todavía oficial, pero parece que sí…

-Ambas partes hemos acabado contentos. He estado bien en Logroño y el club me ha transmitido lo mismo. Hay un entendimiento que tenemos que poner en firme las próximas fechas.

-¿Cómo ha sido en lo personal trasladarse a Logroño?

-Ya había entrenado fuera antes de estar en el Al-Qázeres, en Albacete y en Galicia. Pero en esa época estaba solo. Sí que fue duro salir de Cáceres con un bebé recién nacido, porque estaba muy asentado en el que considero mi club, pero se acabó un ciclo. He tenido suerte de poder trasladar a la familia a Logroño y ha sido una buena decisión.

-Pero habrá echado de menos Cáceres…

-Claro. Es mi ciudad y apenas he vuelto más allá de la Navidad. Sí que desconectas un poco porque estás muy centrado en lo tuyo, en lo deportivo. Mi único objetivo era ascender.

-¿Ha seguido al Nissan Al-Qázeres durante la temporada?

-Desde la distancia, sí. Ves los resultados, los números… Sigues las redes sociales, la prensa local, el programa ‘Quinto cuarto’… También hay gente que me ha escrito y me contaba, pero no he visto los partidos detenidamente porque bastante tenía con los de mi competición.

-Fue a la Copa de la Reina…

-Sí. Vitoria está a una hora de Logroño e hice por ir una tarde, haciéndolo coincidir con el partido del Al-Qázeres ante el Perfumerías Avenida. Vi a la gente del club. Fue bonito estar en otra Copa como espectador, no como entrenador como hace dos años en Girona.

-¿Cree que el resultado final le da más valor a la época en la que estuvo usted al frente del Nissan Al-Qázeres?

-Estoy muy contento con las temporadas que hice aquí. Teníamos plantillas cortas y las primeras vueltas fueron buenas, pero en las segundas el fuelle no nos llegó. Parece que quedamos en mitad de nada, pero es que la propia estructura del equipo era para que sucediera eso. Este año ha sido similar: se empieza bien y se aguanta para llegar a Copa, pero luego cuando hay alguna lesión o hay que hacer algún cambio, el equipo se resiente. Sí que es cierto que las previsiones eran de haber estado un poquito más arriba. No es por compararlas con esta, pero está claro que se han hecho mejores clasificaciones en mis temporadas.

-¿Con el tiempo considera que fue buena su ruptura con el club?

-En el momento es duro porque estás en tu casa, en tu club, y no hay un motivo aparentemente claro deportivo para no seguir, porque fueron buenas temporadas. Te choca, pero es verdad que quizás se acabó el ciclo y que fue buen momento. Hubo mucho movimiento de banquillos entonces y tuve la suerte de caer en Logroño, en un club serio y fuerte, con aspiraciones. Quizás si mi salida se hubiese producido ahora no tendría equipo al que ir.

-¿Se imagina ya cómo será visitar el Juan Serrano Macayo la próxima temporada?

-Será bonito volver a casa, contra tu ex equipo, un club que has visto crecer. Cuando estaba en el Pío XII vine a jugar contra el Femenino Cáceres, pero esta vez será diferente. Me puedo imaginar un pabellón con buena entrada y ojalá con aplausos.

-¿Cree que algún día volverá al banquillo local?

-Son etapas y la relación es buena con la gente del club. Esto es deporte y seguro que el día de mañana, si estoy en Cáceres, igual hay una opción de volver a colaborar.