A micrófono cerrado, entre bambalinas, minutos antes de ser presentado como jugador del Extremadura con oficialidad, José Manuel Sánchez, más conocido como ‘Josema’, no escondía que sus últimos años en el fútbol no eran merecedores de tener esta oportunidad tan magnífica que le brinda el destino en Segunda División. Sabe que no ha estado a la altura de su potencial, unas cualidades que le habían catalogado años antes como uno de los centrales más prometedores de España. Delante del micro, en público, fue casi igual de sincero: «He tenido dos años muy malos y no he podido demostrar prácticamente nada. No ha sido ni por entrenadores ni por equipos, sino por mí, que no estuve al cien por cien. Pero ahora llevo unos meses muy buenos y con esa confianza vengo aquí». Franco, directo, sincero. Impropio de lo que estamos acostumbrados a ver.

Quizá ese alarde de sinceridad en estos tiempos donde la verdad está tan escondida es lo que, precisamente, le dan a Josema un voto de confianza. Ya lleva dos amistosos de azulgrana y, posiblemente, ha sido de los mejores en ambos partidos. «Desde el principio me estoy encontrando muy bien. Estamos trabajando la presión arriba y creo que los estamos haciendo bien».

El murciano sabe de sus cualidades y se considera un central con una salida de pelota aseada, un pase largo correcto y rápido en la retaguardia.

En los dos últimos años no ha tenido excesiva fortuna. Hace dos temporadas dispuso de pocas oportunidades en el Córdoba, en Segunda División. Y el año pasado, tras empezar en el Sochaux de la Segunda División francesa, terminó en el Nástic de Tarragona, con pocos minutos y un descenso deportivo.

No obstante, Josema esconde un fútbol que deslumbró cuando era canterano del Almería y, sobre todo, cuando estuvo en el Real Murcia. Y es esa la versión que ahora espera encontrar en el Extremadura, confesando que espera hallar en Almendralejo ese entorno positivo que le ha faltado en las temporadas anteriores para volver a despuntar.

Valverde, OK / La noticia agradable del día la puso ayer Carlos Valverde, que tras algo más de siete meses de lesión recibió ayer el alta médica oficial por parte de los servicios médicos tras haberse recuperado de una lesión de ligamentro cruzado de la rodilla.

Valverde se lesionó el 16 de diciembre del 2018 en el partido de liga que Extremadura y Nástic disputaron en el Francisco de la Hera. Semanas después fue operado e inició un camino largo de recuperación en el que le han acompañado muy de cerca los dos fisios del Extremadura, Fran Rosa y Kiko Rubio, a los que ayer le dedicó un homenaje el propio jugador colgando fotos con ellos de su recuperación en sus perfiles sociales.

Valverde, que también ha agradecido el apoyo de su familia en su primera lesión de gravedad, fue renovado automáticamente tras su lesión por el Extremadura. El utrerano se ha fijado como objetivo estar al cien por cien para la primera jornada de liga que el Extremadura disputará ante el Lugo, el 17 de agosto.