El Madrid ganó 5-3 al Fenerbahçe y sumó su primera victoria de la pretemporada con una actuación de guante blanco de Benzema, autor de tres goles que eclipsaron los desajustes defensivos del conjunto madridista.

Tras otro día aciago de pretemporada, con la única buena noticia de Keylor Navas, el Madrid, solo 24 horas después de perder frente al Tottenham 0-1 su tercer encuentro del verano, tenía la oportunidad de redimirse.

El rival, a priori, era propicio para levantar la moral de un grupo que, por ahora, no ha tenido muy buenas noticias. Entre lesiones, derrotas y humillaciones como la del Atlético, el cuadro blanco no hacía más que sumar disgustos.

El Fenerbahçe, que perdió 6-1 frente al Bayern en la otra semifinal de la Audi Cup, tenía que mostrar otra cara. Con miles de turcos en el Allianz Arena, la mala imagen frente al equipo alemán debía ser borrada. Por eso, salió al partido con otra actitud y eso lo acusó el Madrid.

Zidane hizo una pequeña revolución en su once inicial. Sentó en el banquillo a Modric, a Carvajal, a Lucas Vázquez, a Rodrigo y a Sergio Ramos. Al césped saltaron Odriozola, Vinícius, Fede Valverde, Isco y Nacho.

Los cambios, en un principio, no surtieron efecto. De nuevo, el Madrid salió dormido y el Fenerbahçe, durante los primeros 10 minutos, mostró algunas de las carencias blancas de esta pretemporada.

Sobre todo en defensa, donde los hombres de Zidane no acaban de encontrar consistencia. El técnico francés tendrá que hacer muchos reajustes en lo que resta de pretemporada si no quiere sufrir sustos a lo largo del curso. En esta ocasión, la coordinación entre los centrales y Odriozola no fue nada buena. Y, por el lado del lateral, llegaron los dos goles turcos.

El primero, a los siete minutos, obra de Garry Rodrigues. El jugador caboverdiano cogió la espalda a Odriozola, disparó desde fuera del área y sorprendió a Keylor Navas, que tapado por Marcelo no pudo evitar el primer tanto.

Keylor evitó un 0-2 que habría sido tremendo para sus compañeros, que reaccionaron gracias a Benzema. El francés se echó el equipo a la espalda y, junto a algunos detalles de Isco, fue de los pocos que se salvaron en una primera parte irregular por los agujeros defensivos.

El delantero francés acabó con las dudas después de rematar con delicadeza un centro de Vinícius y el empate trajo algo más de calma al cuadro madridista, que aún debe trabajar para encotrar su mejor versión. De momento, ayer obtuvo una victoria balsámica.