En 2017 ganó la Copa de Europa de escalada, el Campeonato de Europa y fue subcampeón del mundo al escalar uno de los rocódromos más altos de Europa, todo esto la misma temporada con tan solo 13 años. Es el cacereño Alberto Ginés López, el que hoy, con 16, sigue sumando muy buenos puestos.

Lleva una trayectoria imparable. Entre sus últimos logros destaca la medalla de oro que ha conseguido en la tercera prueba de la Copa de Europa de dificultad que se disputó en Austria el pasado fin de semana. Y sin tiempo para celebrarlo ya se encuentra en Japón participando en la Copa del Mundo absoluto, donde podría alcanzar el pase directo a los Juegos Olímpicos de Tokio. Una meta que ve complicada pero no imposible. «Está muy difícil ya que en esta competición sólo se clasifican siete para los Juegos, pero siempre puede sonar la campana», comenta.

Rememorando el camino recorrido, no puede faltar el principio de todo: «Comencé en el mundo de la escalada por mi padre». Y es que de tal palo tal astilla. Desde que era pequeño su padre, que también se llama Alberto, lo llevaba a entrenar con él, inculcandole el amor por este deporte sin saber que con los años dejaría de ser una simple afición para convertirse en su forma de vida y su pasión. Tanto que su idea es dedicarse a ello de manera profesional en un futuro. «Tengo pensado estudiar Fisioterapia, pero no ejercer como tal, a no ser que lo necesite. Mi idea es, si puedo, dedicarme a la escalada profesionalmente», confiesa. «No es como el fútbol, pero yo creo que puedo llegar a vivir de ello», añade.

Tiene las ideas claras sobre su futuro profesional, aunque aún le queda un poco lejos pues el año que viene comienza Segundo de Bachillerato en Barcelona, donde vive actualmente. «Realizaré el próximo curso en dos partes, ya que estoy en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Esto me permitirá compaginar el deporte con los estudios».

Paso por el extranjero

A su corta edad puede presumir de haber escalado en lugares como Italia, Austria, Alemania e incluso Estados Unidos. Y es que Ginés comenzó compitiendo en el extranjero antes que en España, concretamente en una prueba que realizó en Arco (Italia) con 10 años, ya que «aquí no podía participar en competiciones nacionales hasta los 14».

Además, debido a que las instalaciones de escalada son deficientes, no sólo en la región extremeña sino en todo el país, se ha visto obligado a viajar fuera también para poder realizar entrenamientos que le permitan estar al nivel de las competiciones. «En este país estamos muy atrasados a nivel de estructuras en cuanto a la escalada, no podemos prepararnos para las pruebas aquí y tenemos que contar con lo que hay fuera», proclama.

Algo que se ha podido permitir gracias al esfuerzo económico de sus padres, que han sido y siguen siendo «su mayor apoyo» y que le han respaldado, empujándole a seguir tras las derrotas. «Ahora he entrado en un programa de Telefónica que me financia, pero antes contaba con algunas becas y sobre todo con mis padres», dice con tono agradecido.

Un chico que ha demostrado ser trabajador, constante y con mucha proyección. Que sabe lo que es conseguir sus objetivos con el esfuerzo personal, subiendo posiciones paso a paso hasta alcanzar los podios, siempre guiado por su entrenador, David Macià, con el que ya ha establecido próximos retos: «tenemos en mente la posibilidad de ir a Tokio, pero si no me clasifico buscamos terminar igual o mejor que este año”.