Si hay una liga en la que nada está escrito a priori y en la que todo puede cambiar es la del Grupo XIV extremeño, la Tercera. Un grupo que, si bien nunca volverá a alcanzar los sueldos y por ende el nivel sobre el terreno de juego de los años del ladrillo, sí que es cierto que en los últimos años se ha profesionalizado en cierto modo en otros aspectos, quizá más importantes y que favorecen el desarrollo del fútbol regional. A ello ha contribuido extraordinariamente el dinero que llega desde Madrid procedente del 1 por ciento de los derechos audiovisuales. Por tercer año consecutivo, los clubs recibirán la cifra de 33.000 euros (una cantidad sensiblemente mayor los que juegan Copa del Rey), lo que ha redundado en plantillas con futbolistas de cierto caché.

Cada vez los clubs están cuidando mejor su preparación física, los entrenadores se renuevan y se forman más, aparecen más jóvenes e institucionalmente la imagen va mejorando. Mejores campos, más acceso mediático de los aficionados (Canal Extremadura, plataformas de pago y redes sociales) hacen que la liga sea cada vez más accesible e interesante.

Pero en lo deportivo, sobre el verde, es donde se juegan todo y ahí habrá muchas cosas que contar y que dilucidar en las 38 jornadas y el siguiente mes de fase de ascenso. La pretemporada va dejando pistas. Parece que esto va a ser una liga de dos o de tres, pero hay entrenadores y equipos que en los últimos años han demostrado una rebeldía digna de admiración y que este año tendrán mucho que decir. Todo a priori. Pura teoría.

Por plantilla, inversión y emergencia Cacereño y Villanovense están obligados a transitar por la zona alta. Los cacereños llevan demasiado tiempo en Tercera, en concreto cumplirán su cuarto año seguido tras la depresión de Linares. Si a un buen bloque del año pasado le sumas nombres de calidad como los de Teto, Murci, Borja García o Ezequiel Lamarca más Julio Cobos en el cuerpo técnico la conclusión es que serán un equipo muy complicado de ganar, todo un seguro hasta llegar a fases de ascenso, a las que, eso sí, nunca falta.

Por su parte los serones son el otro equipo con urgencias. Han sido muchos años buenos en Segunda B como para permitirse un momento de relajación en Tercera. La estrategia ha sido confeccionar y mantener una estructura muy parecida a la de la categoría de bronce. El equipo que entrenará este año Pepe Masegosa ha tenido muy buenos momentos en la pretemporada. Al triunvirato local (Pajuelo, Javi Sánchez y Tapia) se han unido futbolistas de categoría superior como José Ángel, Belencoso, Gregori, Óscar Martín o Bonaque.

El tercero en discordia y seguro que con ganas de incordiar es el Moralo. El año pasado dio guerra y demostró nivel y competitividad para pelear por ascender. La llegada de gente como Chavalés, Toro, Jojo o Keita junto con la de un gran conocedor de la competición como es Pastelero auguran un proyecto sólido, que peleará con los de arriba.

A partir de ahí hay otro grupo de equipos que también tienen mimbres para estar en el playoff y que arañarán puntos a los favoritos. Uno de ellos será el Extremadura B de Juan Marrero, gran conocedor de la categoría y con grupo con talento y con hambre de minutos con el Segunda A. También estará ahí el Coria de Rai y de Javito, que mantiene a hombres de calidad. En este grupo de rebeldes podría entrar también el Azuaga, dirigido otro año por Antonio Jesús Cobos, que se ha reforzado bien; el Calamonte, que mantiene la base del año pasado y suma a Troiteiro y el Jerez, dirigido por Javi Ortega, los templarios han hecho buena pretemporada y siempre cumplen.

Con la incógnita de estar todavía en construcción está la UP Plasencia, sumida en un pequeño caos durante todo el verano y que es el gran interrogante de este año, aunque será difícil que repita éxitos pasados. Está pendiente de pagos para competir.

Más nombres

Del grupo que peleará por alejarse de estar en puestos complicados Aceuchal y Llerenense parece que han dado un paso hacia adelante y podrían dar alguna sorpresa y el Arroyo también podría tener una temporada tranquila con un equipo fuerte y con nombres de postín como Ricardo Durán, Jorge Caballero o Diego Pedraza, entre otros.

La lucha por no bajar estará de nuevo muy disputada. De los recién ascendidos habrá que seguir de cerca al Miajadas, con la vuelta de dos miajadeños de nivel como son Ramiro y Juanlu y con un entrenador joven con una propuesta interesante, Carlos Pizarro. Los tomateros seguramente estén en un grupo del perfil de Montijo, Olivenza, Valdivia, Valverdeño, Fuente de Cantos, Trujillo o el remozado Diocesano, que pueden estar más tiempo pendiente del descenso que de los puestos de privilegio, pero que tienen plantillas con futbolistas con ganas y experiencia. Así, los puestos de abajo pareen menos claros que los de play off y todo va a depender de los detalles en los duelos directos o lesiones.

Este fin de semana comienza una competición que se vuelve a presentar con una gran igualdad, que estará llena de sorpresas y que descubrirá y confirmará nuevos talentos. Por delante más de nueve meses intensos de aspiraciones, decepciones, gritos y de sueños. En definitiva, de la vida misma.