Con tan solo cuatro años comenzó a practicar natación como terapia. Hoy el cacereño Alejandro Pulido (2004) es campeón de España infantil de 1.500 metros libres. «Cuando era pequeño fui al médico y me dijeron que tenía una desviación en la columna y que la mejor solución era que hiciese natación», cuenta. Así lleva «toda su vida» en el agua, aunque cuando comenzó lo veía como una afición sin imaginarse que se convertiría en toda una pasión logrando subir al podio.

Y es que fue en 2018 cuando diera un gran salto en su trayectoria al colgarse el oro en el Campeonato de España en 400 metros libres alevín, y además con mejor marca de edad extremeña (14 años).«Ha mostrado una progresión grande. Realmente se ha visto reflejado su esfuerzo, que al final es lo más importante», dice Carlos Corcho, entrenador del joven nadador desde hace dos campañas.

Sin embargo en este deporte «las pruebas están muy reñidas» y «puedes llegar a perder por centésimas». Algo que Rodrigo Corriols, amigo y compañero de Pulido en el club Los Delfines, vivió en sus propias carnes cuando se quedó a solo una centésima de conseguir el bronce en una de las pruebas del Campeonato de España, aunque a pesar de ello terminó con muy buenas sensaciones pues logró hacerse con el tercer puesto en la prueba de 200 espalda, donde batió la mejor marca de edad extremeña. «Era el primer campeonato al que iba bien preparado, pero en las pruebas me sentí mejor de lo que esperaba y terminé muy bien, alcanzando el bronce», cuenta Corriols.

Pero detrás de estos triunfos se esconde mucho esfuerzo y constancia. Y es que a pesar de su edad ambos tienen claro que el que algo quiere algo le cuesta. «Lo normal es que nosotros no podamos ir a los viajes que organiza el colegio porque suelen coincidir con competiciones o porque duran alrededor de cuatro días y no nos lo podemos permitir», comentan ambos. «Aunque no nos importa mucho porque hacemos lo que nos gusta y lo hacemos con amigos, nos lo pasamos bien. Además también queremos ganar, claro», añaden. Una idea en la que Corcho incide mucho, ya que él también fue nadador. «Si uno trabaja día a día se obtienen resultados. Está claro que las condiciones afectan, pero lo más importante es el trabajo diario», proclama. Le dedican nada más y nada menos que 25 horas semanales, de lunes a sábado, para poder estar a la altura de lo que se le exige la competición, pero que también tienen que compaginar con los estudios, «que son lo primero».

Fieles a su equipo

Los tres llevan toda su trayectoria en Los Delfines, club cacereño que se fundó en 1998 y cuya cantera se encuentra en la Facultad de Ciencias del Deporte. Carlos Corcho pertenece al equipo como entrenador desde 2009. Antes fue nadador. Siendo un gran ejemplo para los chicos, trata de inculcarles lo que un día le inculcaron a él.

«El número de chicos, al igual que el nivel, suele variar por temporadas», comenta el propio Corcho. «Las tres últimas han sido muy buenas, hemos estado bastante arriba», prosigue. Ahora ya se centran en la próxima campaña, que empezarán a preparar en septiembre. «Nuestro principal objetivo es seguir como estos años y si puede ser mejorar. Lo más importante es que trabajen día a día, como ya he dicho. y esperemos que no sufran ninguna lesión», declara Corcho.

En cuanto a su futuro, Pulido y Corriols saben que vivir de la natación es «algo muy difícil», aunque tienen claro que intentarán por todo los medios seguir practicando este deporte allá donde les lleve la vida.