Roberto Blanco compareció ante los medios cariacontecido, pero orgulloso de los jugadores del Cáceres Patrimonio. «Hemos hecho un gran trabajo. Este equipo está para pelear, pero tenemos que dar ese paso más allá de competir, tener la templanza para ganar los partidos», indicó el entrenador, que lamentó así el desenlace. «El partido lo ha perdido Cáceres. Lo teníamos que haber cerrado y debí pedir un tiempo muerto [tras la canasta de Balaban]. ¿Si les grité a los jugadores que hiciesen faltan en la última jugada? Si respondo que sí, la culpa la tendrán ellos, así es que digo que no», añadió. Por encima de eso, se mostró contento de que «cada uno esté teniendo su cuota de importancia» y de que «el proceso va bien», aunque admitió que «estas derrotas por pequeños detalles causan mucho daño». Criticó un inicio que calificó como «dubitativo» y «demasiado blando». «17 puntos abajo era una diferencia bastante dura, pero en el segundo cuarto ha aparecido el espíritu que tenemos», apostilló.