El Cáceres Patrimonio de la Humanidad terminó la octava jornada en octava posición, con un balance de 4-4 que seguramente satisfaga hasta a los más optimistas, pero no todo es felicidad en su seno. Kosta Jankovic podría marcharse del equipo en los próximos días por voluntad propia, abiertamente infeliz por la falta de minutos en pista. El ala-pívot serbio se ha quedado incluso fuera de la rotación secundaria de Roberto Blanco, que está prefiriendo al danés Sylvester Berg como relevo de Jordy Kuiper en el puesto de ‘4’.

Jankovic ya ha comunicado al propio entrenador y a su agente, el exjugador cacereño José María Panadero, su incomodidad por lo que está sucediendo y considera que para su futuro puede ser muy nocivo que en su primera temporada como profesional apenas reciba oportunidades. Si nada cambia quiere irse.

El pasado viernes, ante el Lleida, apenas estuvo 3:02 en cancha (no anotó el único tiro que lanzó y cometió dos faltas personales). En los dos anteriores choque, ante Breogán y Ourense, no llegó a saltar al parquet. Sus números cuando lo ha hecho no le avalan: 2 de 4 en tiros de dos puntos, 2 de 12 en triples y 10 puntos y 6 rebotes en total en 50 minutos. Blanco está prefiriendo a Berg, un jugador que en principio llegaba para ser referente del filial, el Torta del Casar, porque añade además intensidad defensiva.

La situación ha entrado en un compás de espera que se puede resolver en breve porque la voluntad de Jankovic de marcharse cada vez es más sólida. El Cáceres está contento con el jugador y piensa que tarde o temprano le necesitará, pero tampoco se va a oponer a su salida si se produce en unas condiciones ventajosas.

Como es habitual, no se pierde de vista lo que pueda suceder en el mercado por si se genera un hueco en la plantilla. La fórmula de tener a once profesionales en la dinámica diaria está siendo valorada muy positivamente.